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Entrevista | Rita Barberá

"Yo me podía haber ido por la puerta grande, pero no soy una rata que sale huyendo"

Rita Barberá se presenta por séptima vez a las elecciones municipales con las energías «intactas» y con la intención de conseguir una mayoría suficiente para gobernar - No se fía de posibles aliados y apela a su trayectoria para captar al menos el voto de sus «enfadados»

Rita Barberá, en su despacho de Alcaldía, rodeada de fotos de toda una vida. fernando bustamante

Rita Barberá se presenta a unas elecciones municipales por séptima vez. Muchos eran los que opinaban que no lo haría, sobre todo con el panorama político que se ha abierto en España y las encuestas en contra. Pero lo ha hecho. Es más, asegura que va a ganar, más allá de los problemas que ha tenido para sacar adelante los proyectos pendientes o de que la corrupción haya cercado el consistorio. No es momento de abandonar, dice, ni de bajar la cabeza, así que aspira a tener una renta suficiente para gobernar en solitario, aunque sea en minoría, pues no confía demasiado en la muleta de Ciudadanos, cuya primera condición para el pacto es que ella misma abandone la alcaldía. Cuando hicimos esta entrevista, además, el CIS le daba «buenos» datos, 13 concejales, una renta mejor al menos de la que le dan la mayoría de las encuestas, lo que le había subido mucho la moral.

Parece que afronta estas elecciones contenta, con ilusión...

Estoy razonablemente esperanzada, fuerte y con más ánimo al conocer la encuesta del CIS. Ya sabéis que yo adoro a esta ciudad y que tengo pasión por trabajar con sus vecinos. Eso me emociona, eso me gusta y lo hago con toda la ilusión, con toda mi entrega y quiero seguir haciéndolo. No quiero que esto se pare aquí.

¿Por qué ha decidido presentarse de nuevo tras 24 años de gobierno y con el panorama político que se presenta para los grandes partidos?

Es una responsabilidad. Yo tenía la opción de decir llevo ya tantos años, he ganado todas las campañas electorales, soy el alcalde que tiene todos los records de tiempo, de porcentaje, de afecto, de confianza. Podía haberme ido por la puerta grande, pero cuando el entorno sociopolítico está tan difícil, cuando hay complicaciones, yo no soy una rata que sale huyendo, sigo al frente y trato de poner el barco en rumbo y a velocidad de crucero.

¿En la famosa comida con Rajoy le pidió que se presentara?

No he contado nunca nada de esa reunión tan entrañable, pero le diré que pensamos juntos sobre el futuro de esta ciudad.

¿Qué tarea tiene todavía pendiente la alcaldesa? ¿Hay alguna cosa que tenga empeño en realizar antes de irse?

Toda la ciudad. Una ciudad siempre está inacabada. Unos problemas se abren y otros se cierran. El mandato pasado nos volcamos con el turismo como sector estratégico y ahora es el momento de empujar mucho más en las nuevas tecnologías. Bajaremos los impuestos y seguiremos buscando oportunidades. Es un programa que define nuestras señas de identidad, que ahora hay mucho titubeo sobre quienes somos. Y nosotros vamos con la cabeza bien alta, con orgullo e ilusión.

Pero después de décadas de espera y después de 4 años con el PP en Madrid, muchos de los grandes proyectos como el Cabanyal, Parque Central, soterramiento de las vías o la Marina Real siguen pendientes.

El parque central ya ha empezado, hemos resuelto el solar de Jesuitas y el PAI del Grao tiene ya la reparcelación hecha, pero es que hemos pasado una crisis brutal, no había dinero. El Cabanyal sí que tiene problemas administrativos. No es un problema de dinero, es un problema administrativo puro y duro, de voluntad administrativa, mezclada con la voluntad política de algunos administrativos.

¿Por qué no ha sido posible resolver eso?

Lo que no ha habido manera es de revisar la orden ministerial, porque había dificultades para ello, porque no había voluntad política y administrativa de hacerlo en determinadas personas, porque todavía la larga sombra de los socialistas está ahí dentro del ministerio. Aun así, estamos avanzando, estamos dando licencias y se está trabajando en la revisión de la orden ministerial. Además, en la modificación que hemos hecho del plan todavía se protege mucho más la retícula y la trama, que es el único valor de protección que tiene esto. No hay nada más.

A lo largo de estos cuatro años la sensación que ha dado es que Madrid no estaba respondiendo como se preveía ¿Cree que Valencia ha sido bien tratada por el Gobierno de Rajoy?

Vamos a ver. Yo creo que la relación del presidente del Gobierno y del Gobierno conmigo no puede ser mejor. Y que han tenido voluntad política de hacer cosas, eso lo afirmo yo. Ahora, ¿qué va a hacer Fomento si tenía que pagar 40.000 millones de la deuda que le dejó el señor Blanco? No podía hacer nada. Lo único que podían hacer era pagar. Y ahora que empieza la economía a recuperarse se puede tener más dinero y se puede comprometer, como se ha comprometido, el soterramiento de vías, la estación etc.

¿No ha tenido en algún momento la necesidad de dar un puñetazo en la mesa? Yo le he visto algunas veces, cuando han venido Montoro o Beteta, cara de «te cogía y te mataba».

Lo que estamos viendo, no solamente por Madrid, es que hay que tragar muchos sapos. Y la verdad es que dan ganas de irse todos los días. Pero como mi pasión es ésta, como mi pasión es mi ciudad, pues no me voy.

Ahora las cartas viene bien dadas. La economía mejora y esta legislatura se presenta de otra manera.

Sin duda alguna. Se presenta mucho mejor en las posibilidades de inversión del Estado en Valencia, en el canal de acceso soterrado, la estación adaptada, el soterramiento de Serrería, aparte de los temas de carreteras. Y la línea 2 del metro. Entre la Generalitat y el Estado se puede sacar.

El panorama político, sin embargo, se presenta muy complicado.

Muy complicado, pero es el momento de sacar la raza y sacar la pasión y de coger las dos muletas en las dos manos para torear lo que haga falta.

Todas las encuestas dicen que tendrá que hacer algún tipo de pacto con Ciudadanos para seguir en la alcaldía.

Bueno, bueno. Viendo las declaraciones que hacen... Hacen cosas extrañísimas. Pero vamos a ver. Yo salgo a ganar las elecciones y a gobernar. Yo creo profundamente en el pueblo valenciano y le voy a pedir que siga creyendo en mi, que soy la única opción de progreso y de futuro, la única que les garantiza la estabilidad necesaria para seguir creando riqueza. El dinero es cobarde, se esconde cuando no hay estabilidad. Si queremos que siga la inversión, si queremos que haya creación de empleo, hay que buscar estabilidad política y eso solamente lo garantiza el PP.

¿Cuál es su peor enemigo político en estos momentos?

Hay que trabajar en muchos campos, porque hay muchos riesgos. El primero es la abstención, la gente que se ha enfadado por las medidas que ha habido que tomar, que son difíciles. Pero tienen que darse cuenta de que no se juega con la cosas de comer. Tienen que seguir confiando en mi. Nunca les he defraudado, nunca les he mentido. Cuando algo no se podía hacer he dicho que esto no se podía hacer. Y cuando he tenido ilusión por un tema he ido adelante con todas mis fuerzas, y con las mismas fuerzas quiero seguir adelante.

Pero hablemos de partidos.

Fuera de la abstención lo que tenemos es un batiburrillo. Dicen que podemos pactar con Ciudadanos, pero la única propuesta que tiene para Valencia es decir no al plan del Cabanyal, que lo quieren los vecinos que viven allí. Y luego tenemos a Podemos, que es el extremo de la izquierda. Y los socialistas que mira...

Me llama la atención que ataque tanto a Ciudadanos cuando igual dentro de 15 días tiene que sentarse a negociar con ellos.

Yo solo estoy contando la verdad ¿Cuál es su programa? Subir el IVA, parar el AVE, legalizar la prostitución, recuperar el impuesto de patrimonio y de sucesiones... Todo eso no se acuerda en el hemiciclo, se acuerda en el Consejo de Ministros. Entonces qué campaña se está haciendo. Además, Punset dice que para pactar con nosotros tengo que salir yo, que encabezo la lista. Es de locos.

Me voy a poner en los dos escenarios posibles. El primero es que tenga que pactar ¿Está dispuesta a renunciar a muchas cosas, al Plan del Cabanyal por ejemplo?

Yo con el Cabanyal voy a estar a muerte. Y eso es lo que tienen que pensar ahora los vecinos del Cabanyal y todos los valencianos. Yo salgo a ganar, a por una mayoría suficiente para gobernar. Y después ya veremos el día 25 si se acuerda algo, si se hacen pactos puntuales etc. Pero una cosa quiero decir muy clara, a mi no me es extraña la cultura del pacto. Hay que recordar no solamente que yo entré en el 91 por un acuerdo, por cierto, con el naranjito auténtico, este es un copia, sino que en el 95, cuando yo obtuve la primera mayoría absoluta, les volví a ofrecer entrar en el equipo de Gobierno.

Ahora nos ponemos en el escenario de que Rita Barberá no pudiera ser alcaldesa.

No me lo planteo.

Pero es una posibilidad que constatan varias encuestas y siempre se dice que Rita Barberá acabará en el Congreso, en el Senado e incluso ahora en la Diputación de Valencia, que tiene una plaza vacante.

(Risas). Yo siempre he dicho que me gustaría terminar mi vida política con dignidad. Y ahora lo tengo que repetir más que nunca. Alguna vez me han tentado para estar en otro cargo y nunca he querido salir de Valencia. Yo quiero vivir aquí, disfrutar de mi ciudad y tener el mar al lado. ¿Lo de la Diputación lo decía en serio? (risas de nuevo).

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