Los incidentes que rodearon a la alcaldesa de Valencia el pasado jueves en el mercado del Cabanyal, donde fue abucheada e insultada a la par que vitoreada, se repitieron ayer en el mercado de Russafa. Se repitieron algunos de los protagonistas, pues al menos media docena de los abucheadores estaban en ambos sitios. Y se repitieron también algunas formas, como por ejemplo el rechazo de papeletas y saludos por parte de algunos vendedores, que en este caso lógicamente no eran los mismos. Rita Barberá volvió a señalar a Compromís como el partido que orquesta estas protestas, aunque este partido lo ha vuelto a negar de forma tajante.

Lo que parece claro es que la campaña de mercados está resultando al menos agridulce para la alcaldesa. Después de lo del Cabanyal, donde la Policía Local llegó a identificar a una personas por sus insultos y amenazas a Rita Barberá, parecía que lo peor había pasado, pero no era así, la situación se reprodujo ayer en el mercado de Russafa, otro de los espacios más populosos de la ciudad.

Desde el inicio de su visita, la alcaldesa recibió abrazos y elogios de los clientes y los vendedores, fotos incluidas, pero estos elogios se alternaron durante todo el recorrido, que duró aproximadamente una hora, con signos de rechazo y abucheos.

Hubo algunos vendedores que le negaron el saludo y rechazaron su propaganda, algo que según Rita Barberá, «le pasa a todo el mundo en todas las campañas». «Si no hubiera nadie que se negara tendríamos 33 concejales», dijo en un intento de quitar relevancia al desaire.

Pero también hubo un grupo de personas que siguió el recorrido desde la parte de atrás del séquito profiriendo insultos y pitando con silbatos. Parte de este grupo, al menos seis o siete personas, ya participaron, según el PP, en los abucheos del Cabanyal, lo que le permitió a la alcaldesa, al término del recorrido, asegurar que esto ya no era tan normal.

«Ha vuelto a reproducirse, con los mismos protagonistas, la misma increíble, intolerante y antidemocrática actuación que vimos el otro día en el mercado del Cabanyal», dijo Rita Barberá, quien volvió a señalar directamente a Compromís como el partido instigador de estos incidentes. «Es el partido de Compromís y se ve clarísimamente que lo que quiere es la destrucción. No tiene ni una propuesta positiva ni media. Está todo preparado para reventar mi campaña electoral. Son antiRita y lo único que quieren es tirarme del ayuntamiento, desalojarme», añadió la alcaldesa antes de apelar a su «derecho a hacer una campaña tranquila como todo el mundo».

Las acusaciones de Rita Barberá, sin embargo, tuvieron respuesta inmediata por parte de Compromís, que desmintió «de manera tajante que haya organizado ningún acto para reventar la campaña electoral de nadie». «Si la candidata del PP recibe muestras de desafección ciudadana en los lugares que visita o si los vendedores de los mercados no quieren fotografiarse con ella no es, obviamente, fruto de ninguna estrategia de Compromís, tal y como la candidata del PP expresa de manera reiterada», explicó el partido en un comunicado.

En cualquier caso, Compromís entiende que «la ciudadanía tiene derecho a expresar su disconformidad con las políticas llevadas a cabo por el PP y los escándalos de sus candidatos y dirigentes».