Uno de los factores más relevantes del éxito de cualquier empresa son los profesionales que la componen y el proceso de selección para incorporar a dichos profesionales.

Cada vez son más los requisitos que deben cumplir en su currículum los profesionales que se postulen como candidatos a una oferta de empleo. Las ofertas publicadas en las distintas bolsas de trabajo ponen de manifiesto que la aptitud y la actitud son aspectos fundamentales en un mercado laboral exigente.

El talento es clave en el éxito profesional porque es un ingrediente vital que permite diferenciar a la empresa de sus competidores. Un directivo debe rodearse de profesionales en los que pueda delegar con confianza. Dado que las propias empresas están en un proceso de evolución constante, se necesitan profesionales que puedan dar respuesta a unas necesidades cambiantes.

Según Jesús López Ferreras, Subdirector del Master en Administración de Empresas (MBA Executive) de la Cámara de Comercio de Valencia "el principal activo de una empresa no son las personas. El principal activo de una empresa son las personas adecuadas. Si en nuestra organización contamos solamente con personas que sumen y ninguna que reste, estamos poniendo los cimientos del camino hacia el éxito de nuestra empresa".

Apostar por profesionales más formados y competentes reduce el número de trabajadores en la plantilla, lo que aumenta la productividad media de la empresa. Pero, además, el trabajo en equipo resulta todavía más creativo y productivo cuando el grupo está formado por trabajadores que tienen un gran potencial.

El talento no se refiere únicamente a los estudios realizados sino también, a la actitud profesional, puesto que hoy en día, la inteligencia emocional, las habilidades sociales, la elevada autoestima, el compañerismo en el trabajo y la fuerza de voluntad son partes integrales del talento.

Un error común hoy en día es pensar que la formación previa y la experiencia son suficientes para alcanzar un futuro empleo o seguir creciendo dentro de la empresa.

Los profesionales que tienen talento, que desean crecer en el trabajo y desarrollarse a nivel profesional, se sienten identificados con aquel modelo de negocio que pone en práctica una filosofía de empresa cercana a sus valores.

El departamento de recursos humanos realiza una adecuada gestión del talento, analizando qué es lo que diferencia a un profesional del resto de candidatos, descubriendo qué es lo que le hace único e irrepetible y buscando el modo de potenciar el desarrollo de ese empleado dentro de la empresa.