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Vestidos, algunos, como si continuaran en la playa y otros tantos como si fueran a asistir al acto de graduación, 318.037 alumnos de Educación Secundaria asistieron ayer al primer día de clase que trascurrió sin apenas incidencias y con charlas informativas en la mayoría de los institutos y centros de la Comunitat Valenciana.

No tuvieron la misma suerte los estudiantes de institutos de Gandía y Meliana por falta de espacios u obras inacabadas o los de Dénia, que tienen las aulas en barracones distribuidas en tres alturas. Tampoco en el de Rascanya, en Valencia, comenzaron por problemas administrativos que han impedido matricular a decenas de jóvenes.

Al mismo tiempo, al diputado del PSPV-PSOE en las Corts, Adolf Sanmartín, se le impidió la entrada en el instituto de Secundaria Malilla de Valencia, tras pedir una entrevista con el director del centro. Fuentes de este partido indicaron que "después de haber tramitado la solicitud, un dirigente de la conselleria ha vetado expresamente el paso" al parlamentario.

Frente al curso 2008-09, el del conflicto casi diario por problemas estructurales y por la exigencia de la Conselleria de Educación de impartir la asignatura de Ciudadanía en inglés, el actual (2009-10) tiene esta cuestión zanjada por los tribunales de Justicia. Una sentencia de julio pasado impide a la Administración obligar a los centros a que enseñe esta materia en una lengua extranjera si no es solicitada por la comunidad escolar. No obstante, persisten otras deficiencias en las aulas, faltan instalaciones adecuadas y profesores sin tener adjudicada la plaza.

La Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic, por su parte, denunció en Alicante la "incapacidad de la conselleria en la planificación del curso en Secundaria y Bachillerato".

Por su parte, el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, que inauguró el curso de forma oficial en Borriana, mostró su confianza en que en los próximos meses "se alcance un pacto por la educación a nivel nacional". Según expresó: "Pactemos por la educación pero sin posturas maximalista ni defensas ultramontanas de filosofías y sistemas pedagógicos que continuan vigentes en estos momentos en el sistema educativo y que han evidenciado su fracaso" y apuntó el problema del abandono escolar.

Mientras, el diputado socialista ofreció "negociación, consenso y acuerdo" frente a lo que considera la "imposición, unilateralidad y confrontación demostrados por el conseller de Educación", para "resolver los acuciantes problemas que afectan a la educación pública valenciana".