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La propuesta del Ministerio de Educación de incrementar hasta el 100% la tercera matrícula de un mismo curso al alumno repetidor -con el horizonte del año 2016- no es del agrado de la Universitat de València, partidaria siempre de no cargar en exceso las tasas académicas a los estudiantes.

Su vicerrectora de Estudios, María Vicenta Mestre, recordaba ayer que el pasado verano, cuando se trató en el Consejo Valenciano de Universidades el incremento de tasas para el nuevo curso, el rector Francisco Tomás se quedó sólo en su negativa al incremento que viene marcado por una horquilla que impone el Ministerio de Educación. "En la actualidad, ya se hace un aumento a los alumnos repetidores en segunda y tercera matrícula, pero en la Universitat no estamos por subir mucho", indicó la vicerrectora.

No obstante, Mestre reconoce que "un alumno puede estar indefinidamente en la universidad" y que para eso están las normas de rendimiento académico.

Con los nuevos grados, la pretensión por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) es que los estudiantes acaben la carrera en tiempo y, cómo máximo, retarden la conclusión de la titulación un año más. Si la media es de cuatro curso, a cinco.

"Tiene que haber una relación objetiva entre el tiempo real y los 240 créditos que deben cursar" añadió la responsable académica.

Los grados también introducen el concepto de "estudiar a tiempo parcial", que permite que un alumno -o bien porque trabaja o porque sufre una minusvalía u otras razones- pueda matricularse sólo de la mitad de los créditos o materias -unos 30 ó 35 créditos por año- con lo cual no tiene porqué ir tan agobiado y le es más fácil aprobar en el tiempo.