Ni chino mandarín, ni uniforme escolar, ni bono libro para todo el mundo. Algunas de las controvertidas iniciativas del exconseller Font de Mora no han cuajado, y su sucesor, José Císcar, está tratando de reconducirlas, en unos casos por su escaso predicamento y, en otros, porque con la llegada de las vacas flacas no se pueden gastar salvas en balde.

La asignatura optativa sobre la Introducción a la Lengua y Cultura China, introducida el curso pasado para los alumnos de tercero y cuarto de Secundaria en aras del plurilingüismo y el conocimiento de las lenguas extranjeras -que ya iniciara Font de Mora con la obligación de dar Educación para la Ciudadanía en inglés-, apenas ha pasado por una decena de centros en toda la Comunidad, como certifican desde la propia conselleria.

La iniciativa se inició con carácter experimental porque entre el conjunto de los más de 50.000 docentes de la Comunidad no hay especialistas de Chino y habría que recurrir a las escuelas oficiales de idiomas. Por eso Font de Mora firmó en su momento un convenio con la sociedad Hanban, vinculada al Gobierno chino, que ha proporcionado los docentes para tratar de "motivar al alumnado en el conocimiento de las lenguas extranjeras", como contempla la resolución publicada hace un año.

Los centros que han elegido esta optativa siguen siendo diez, aunque "no necesariamente los mismo diez que el curso anterior", según concretan desde la conselleria dirigida por Císcar, que ahora quiere desvincularse del Gobierno chino para adscribir la enseñanza del chino mandarín al Instituto Confucio, vinculado a la Universitat de València.

Uniformes sin respaldo

Por otra parte, los 700.000 euros que durante los últimos tres cursos ha destinado la Conselleria de Educación para promover el uso del uniforme escolar -a razón de entre 10 y 20 euros por niño-, se han eliminado de una partida que ya no existe como tal.

En el conjunto de la Comunidad han sido 83 colegios (25.000 alumnos), entre el millar de centros públicos de Primaria, los que finalmente se han sumado a esta iniciativa implantada el curso 2008-09. En la provincia se han acogido a este otro programa experimental 30 colegios de un total de 400, apenas un 7,5%.

El dinero se destinará a un nuevo plan de choque contra el fracaso escolar y Císcar quiere aprobar una orden que permita a cualquier consejo escolar decidir voluntariamente si los alumnos llevan o no uniforme, pero pagándolo cada padre íntegramente.