Efe, Madrid

Izquierda Unida romperá cualquier vínculo de "confianza" con el Gobierno y mantendrá "una relación beligerante" si la propuesta de reforma electoral que traslade al Consejo de Estado no incluye el principio de "un ciudadano, un voto". Así se lo advirtió ayer al Gobierno y al PSOE el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, un día después de que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, remarcara que el Ejecutivo pedirá al Consejo de Estado un informe sobre las líneas maestras hacia las que orientar la reforma electoral.

"Una cosa es una relación preferente -del Gobierno con IU-, que no existe, y otra cosa pasar de una relación normal a una relación beligerante", aseguró Llamazares, para quien sería "casus belli" que el Ejecutivo ofreciera una reforma del sistema electoral basada en una circunscripción para los votantes en el exterior o en la regulación de los debates electorales.

Una oferta de este tipo, añadió, resultaría "totalmente insatisfactoria", ya que para la federación es prioritario el criterio de proporcionalidad, de modo que se cumpla el principio de "un ciudadano, un voto". "Si para el Gobierno no es una prioridad, nosotros no compartimos las prioridades con el Gobierno", añadió.