La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho hoy sobre la consulta popular de Arenys de Munt: "esos referéndum del 96%, donde se apedrea a los que están en contra, me levantan el estómago y me recuerdan a los países totalitarios".

Se refería así, en una entrevista en RNE, a un incidente ocurrido ayer durante la jornada consultiva, en la que un vehículo, en el que viajaba un grupo de falangistas, recibió el impacto de una piedra, al parecer, lanzada por independentistas.

Aguirre ha restado importancia al valor de esa consulta al declarar que "autonomía no es soberanía" y recordar que "la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto", que es mismo argumento que cree que va a tener en cuenta el Tribunal Constitucional respecto al Estatuto de Cataluña.

"Lo que nuestras leyes dicen -ha señalado- es que sobre el conjunto de España debemos opinar todos los españoles y sobre Cataluña todos los catalanes, pero para alterar la norma del conjunto de España todos los españoles tenemos que opinar y eso es lo que va a opinar el Tribunal Constitucional: si el Estatuto de Cataluña opina sólo sobre Cataluña o interfiere la legislación española".

Al respecto, ha aprovechado para pedir al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que "rectifique" unas declaraciones en las que, según ella, decía que "ningún tribunal puede alterar lo que ha dicho el pueblo catalán".

Preguntada por la moción de censura de Benidorm, ha opinado que lo mejor sería que el Consejo de Ministro autorice la convocatoria de nuevas elecciones "para saber qué es lo que quieren los ciudadanos" y porque "para que la cosa cambie tiene que cambiarlo el pueblo, no un partido".

Eso, ha asegurado, es lo que ella hizo en 2003 cuando la defección de dos diputados autonómicos socialista, Eduardo Tamayo y Maite Saez, le hubiera permitido gobernar pese a que en aquellas elecciones no obtuvo la mayoría absoluta que meses después le dio el Gobierno regional.