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El 94,71% de los ciudadanos que participaron ayer en las consultas soberanistas realizadas en 166 municipios de Cataluña votaron por la independencia y un 3,53% se mostró en contra. También se contabilizaron un 0,34% de votos nulos, según informó el portavoz de la Coordinadora Nacional de las consultas, Carles Mora. La participación se situó cerca del 30%, una cifra que dieron por buena sus promotores, aunque las previsiones iniciales eran de alcanzar entre un 35-40%, superando de este modo el porcentaje alcanzado en las últimas elecciones europeas. . La jornada transcurrió con normalidad y estuvo marcada por un ambiente festivo.

Unos 200.000 ciudadanos de los 700.000 convocados a depositar su voto para contestar a la pregunta «¿Está de acuerdo que la nación catalana se convierta en un Estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?», acudieron a los 252 centros de votación habilitados.

En el municipio con más población, que es Sant Cugat del Vallès, la participación fue sólo del 25,48% , y según la Coordinadora, en los municipios con más de 10.000 habitantes la media ha sido del 22%. En las localidades entre 5.000 y 10.000 habitantes votaron el 24%; en los pueblos de entre 1.000 y 5.000 habitantes, el 27%, y de menos de mil habitantes el 35%.

Según el alcalde de Arenys de Munt (Maresme), Carles Mora, el hecho de que por primera vez los catalanes hayan podido votar sobre la independencia representó ya de por sí «un triunfo rotundo del soberanismo». Después de hacer una extrapolación a lo que podría ser el número de participantes si las consultas se hubiesen hecho en toda Cataluña en lugar de en 167 municipios, concluyó que sumarían «1.800.000 personas».

Mora y el diputado y miembro de la coordinadora Uriel Bertran (ERC) se refirieron al hecho de que todavía hay municipios que esperan poder convocar consultas en el 2010, las cuales se celebrarían los meses de febrero y abril, y animó a todos los ciudadanos a sumarse y participar en ellas.

El alcalde de Arenys de Munt, el primer municipio que hizo una consulta, consideró que los datos de participación registrados «son esperanzadores» y «recogen los anhelos históricos de muchos catalanes» de poder expresar su deseo de que «Cataluña pueda ser un estado independiente». También apuntó que, a diferencia de las votaciones convocadas desde las instituciones, en las consultas celebradas ayer pudieron participar los jóvenes de 16 a 18 años y también los inmigrantes que están censados en sus respectivos ayuntamientos, «lo que supone un hecho absolutamente nuevo».

«Es una fiesta de la democracia», dijo el portavoz de la Coordinadora, Carles Mora, quien destacó la importancia de estas consultas por estar impulsadas por la sociedad civil y tener la garantía de los observadores internacionales. «Somos el centro de Europa», aseveró.

Sin embargo, Para la portavoz de ICV y diputada en el Parlament Laia Ortiz, la cifra de participación «relativamente baja» de las consultas, reflejó que la mayoría de la ciudadanos llamados a votar no se sintieron«interpelados». En un comunicado, Ortiz constató que, pese al dato, la celebración de estas consultas expresan la necesidad de que Cataluña tenga «ambición nacional». Así,manifestó que ICV entiende que el Estatut es instrumento para avanzar en el autogobierno catalán.

Ausencia de incidentes

Pese a la controversia que generó la celebración de los referendos la jornada transcurrió con normalidad y sin incidentes remarcables. El más destacado fue la aparición de tres jóvenes de estética neonazi' que estaban apostados en los aledaños de uno de los colegios de Banyoles en los que se realizó la votación. Los Mossos d'Esquadra les abrieron un acta administrativa después de registrar su vehículo y decomisarles un bate de béisbol y dos barras de hierro.

Barcelona no celebró consulta independentista en este 13-D —lo hará en abril— pero sin embargo, se convirtió en el foco de protesta para la ultraderecha, que se opone a la celebración de esta iniciativa. Una sesentena de manifestantes de Alianza Nacional marcharon por las calles de Barcelona —desde la plaza Uquinaona a Arc de Triomf—, bajo el lema «Referendo ilegal». Las banderas españolas, todas ellas constitucionales, pusieron color a la marcha, que avanzó custodiada por un fuerte dispositivo policial.

Estaba previsto que grupos antifascistas participaran en una contramanifestación, pero finalmente no comparecieron.