El presunto agresor de Miwa Buene Monake, el congoleño que quedó tetrapléjico tras recibir un fuerte puñetazo en la nuca el 10 de febrero de 2007 en la calle Río de Tajuña de Alcalá de Henares, negó ayer en su declaración haber sido el autor del puñetazo que le dejó tetrapléjico y aseguró que no es "racista ni xenófobo". Roberto Alonso de la Varga, de 22 años, afronta una pena de 12 años de cárcel por un delito de lesiones, con la agravante de motivación racista.

En su declaración, el procesado insistió en que no es como le pintan: "ni agresivo ni de esa clase de personas". "Si lo hubiera hecho, me hubiera quedado a ayudarle porque no huyo. Si hago algo, lo tengo que pagar", aseveró el procesado. Asimismo, manifestó que tiene "amigos de color" y que no discrimina "a nadie por la raza ni el color". Además, negó haber dicho a Miwa que se fuera a un zoológico, puesto que no se permite decir a él mismo ese tipo de expresiones racistas.

El semblante tranquilo de Roberto Alonso se transformó en puro nervio cuando Miwa entró en la sala, ayudado por su mujer. A menos de un metro de él, la víctima narró al tribunal lo sucedido momentos antes de quedar tetrapléjico y postrado en una silla de ruedas.

"Salí del bar y un individuo me pidió tabaco y fuego. Como no tenía, empezó a insultarme y me dijo "hijo de puta, puto negro, puto mono"", recordó. Añadió que entonces decidió seguir su camino porque tenía miedo, pero seguía escuchando a sus espaldas insultos y expresiones como ¡arriba España!. "Sentí un fuerte golpe y me caí. A partir de ahí, no recuerdo nada". Miwa, quien reconoció a la Sala que ha habido momentos en los que no tenía ganas de vivir al encontrarse "muy mal".