El juez Francisco Javier de Urquía ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a dos años de prisión por un delito de cohecho al pedir dinero a través de un amigo a uno de los imputados en la "operación Hidalgo" para dictar posteriormente su auto de libertad provisional.

La sentencia le condena también al pago de una multa de 60.000 euros por este mismo delito y a 18 meses de multa a razón de cuota diaria de cien euros por un delito continuado de prevaricación referente al dictado de los autos de libertad provisional de tres imputados en la operación Hidalgo que él instruía, en la que se investigaba un presunto delito de blanqueo de capitales. Asimismo se condena al que fuera titular del Juzgado de Instrucción 2 de Marbella a un total a 17 años de inhabilitación especial para empleo o cargo de juez o magistrado.

El tribunal considera probado que Urquía se puso de acuerdo con su amigo A.F.A. para pedirle dinero a uno de los imputados a cambio de decretar los autos de libertad provisional para él, su mujer y su sobrino.