Dos sicarios presuntamente vinculados a más de 200 asesinatos selectivos, secuestros y torturas en Colombia, y que residían en España desde hace varios años, han sido detenidos en Valencia por la Policía Nacional.

Henry Norberto Valdés Marín, alias "Pollo", de 36 años, y Mauricio Alberto González Sepúlveda, alias "Ronco", de 44 años, fueron detenidos hace dos días en Valencia y en la cercana localidad de La Eliana, respectivamente, ha informado hoy la Policía Nacional.

Los sicarios, de cuya presencia en España alertó la Policía de Colombia el pasado junio, formaban parte de "oficinas de cobros" a sueldo de dos carteles de la droga distintos y se habían asentado en España con la intención de continuar con sus actividades.

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha decretado prisión provisional para ambos a la espera de que Colombia remita, en un plazo de 40 días, la documentación necesaria para formalizar la demanda de extradición por los delitos de homicidio agravado, tráfico de armas, secuestro, tortura y tráfico de sustancias estupefacientes.

La extradición tendrá que ser aprobada, en ultima instancia, por el Consejo de Ministros

González Sepúlveda llevaba en España alrededor de tres años, mientras que Valdés Marín llegó hace dos años, ha precisado el jefe de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Policía Nacional, el comisario Andrés Diéguez, en una rueda de prensa en Madrid.

"Ambos han sido detenidos a la salida de sus domicilios y no tenemos constancia de que estas dos personas estuvieran en contacto en España", ha dicho el comisario, quien ha añadido que tenían documentación normal y "no falsa".

El responsable policial ha puntualizado que "ninguno de los dos llevaba armas en el momento de la detención, lo que no quiere decir que no las tuvieran".

"Pollo", que iba en silla de ruedas por una invalidez, había alterado sus huellas dactilares, un cambio no muy pronunciado, según el jefe de la Brigada. "Simplemente se nota que están un poco alteradas algunas de las crestas papilares, pero no es un cambio de huella radical", ha dicho.

La Policía sospecha que los dos sicarios podrían estar implicados en una actividad delictiva en España, "algo relacionado con cobros y extorsiones", si bien no hay "pruebas fehacientes", ha precisado el comisario.

Diéguez ha subrayado que "Ronco" y "Pollo" son "gente de una responsabilidad alta dentro del organigrama de sus organizaciones".

Los presuntos criminales disfrutaban en España de "un nivel de vida medio-alto y no vivían aislados de su entorno social", pues "a sus domicilios accedían otras personas".

De hecho, vecinos de los dos sicarios han mostrado su sorpresa al conocer la actividad a la que supuestamente se dedicaban los dos colombianos y han coincidido en afirmar que se les "ha puesto la piel de gallina".

"Parecían gente normal y creíamos que se dedicaban a la venta de pescado por lo que ponía en las furgonetas", ha dicho un vecino de La Eliana, que llego a sospechar de que el negocio podía ser una "tapadera" cuando vio las furgonetas aparcadas durante un mes.

"Ronco", casado de forma fraudulenta con una mujer española para obtener un permiso de residencia y la nacionalidad, figura en la lista de los más buscados del Cartel de Envigado y fue uno de los líderes del "Bloque Héroes de Granada" de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Tras los acuerdos para la desmovilización de ese grupo, "Ronco" no cumplió con el proceso marcado por la Ley de Justicia y Paz, y continuó como líder de la "oficina de cobros" llamada "La Unión".

Por su parte, "Pollo" actuaba como jefe logístico de la "oficina de cobros" de "Las Tres Puntillas" o "La Negra", vinculada con el Cartel del Norte del Valle.

"La Negra" presta sus servicios criminales al mejor postor, dispone de un grupo de sicarios que viaja con frecuencia al exterior a ejecutar actos criminales y opera en ocho países.

En sus acciones, ataban y amordazaban a las víctimas, les encintaban la cabeza y les asesinaban, tras lo cual les clavaban tres puntillas en la cabeza.

Entre los más de 200 asesinatos con que se relaciona a Valdés Marín y González Sepúlveda destaca el del futbolista Albeiro "El Palomo" Usuriaga, perpetrado en febrero de 2004.

Esos crímenes también incluyen la muerte de dos agentes de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y de la Policía de Colombia, y de una mujer, cuyo cuerpo fue hallado en una maleta abandonada cerca del zoológico de Cali.