Un equipo forense entró el lunes 6 de septiembre en las criptas del Valle de los Caídos para abrir los osarios con el objetivo de buscar los restos de "nueve militantes libertarios ajusticiados durante la Guerra Civil", según publica hoy la revista 'Interviú'.

La operación, informa la publicación, se llevó a cabo en secreto y se prolongó hasta el 9 de septiembre y "no hubo orden judicial ni mandato por parte de un juzgado para abrir las tumbas".

Algunos familiares de los nueve militantes, cuyos restos habían sido trasladados al Valle de los Caídos sin el conocimiento de aquellos, estuvieron presentes en la basílica mientras se abrió la cripta y "todos recibieron instrucciones precisas de que bajo ningún concepto hicieran pública su visita ni hablaran con la prensa".

A cambio -informa Interviú- pudieron comprobar el estado de los osarios y las dificultades para recuperar los cuerpos.

La revista informa de que las familias de los nueves republicanos tenían el caso "empantanado" entre la Audiencia Nacional y los juzgados de El Escorial y que el titular de éste último juzgado no se consideró competente para autorizar la entrada en el Valle de los Caídos.

Por ello los familiares decidieron acudir al ministerio de la Presidencia donde presentaron un proyecto para recuperar los cuerpos pero su petición, explica la publicación, fue denegada.

Los forenses han accedido durante sus trabajos a los seis osarios que se encuentran en las capillas laterales del templo y a los dos más grandes, de tres plantas cada uno y perpendiculares al altar central.

"Los expertos aseguran que la madera de los cofres se ha podrido por la humedad y es prácticamente imposible retirar con solvencia un cuerpo determinado (....) los restos humanos se han mezclado y es imposible distinguir unos de otros", escribe el autor del artículo.