España continúa en el puesto número 30 de 178 en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2010 elaborado por Transparencia Internacional y que fue presentado ayer, lo que supone un estancamiento tras una tendencia a la baja propiciado principalmente por la crisis inmobiliaria. La puntuación de España es de 6,1 en una escala de cero (percepción de muy corrupto) a diez (percepción de ausencia de corrupción), la misma que el año pasado. "España ha pasado de un descenso gradual a un estancamiento", constató el presidente de Transparencia Internacional, Jesús Lizcano. "Esperamos que éste sea un punto de inflexión y volvamos a subir hasta recuperar el notable", agregó.

Lizcano recordó que España obtuvo en el IPC de 2004 una puntuación de 7,1; que en 2005 bajó a 7 y siguió en descenso hasta el 6,1 del año pasado, cuando España ocupó el puesto 32 en una lista de 180 países. Los responsables del informe explicaron que el estancamiento de la corrupción ha sido propiciado por la crisis inmobiliaria. "En el caso de España el urbanismo era el elemento fundamental (...) Casi todos los casos gordos (de corrupción) han tenido que ver con urbanismo y gobiernos locales". "En el urbanismo se daban todas las condiciones" para que hubiera corrupción.

También ha contribuido al estancamiento de la corrupción el aumento de las investigaciones, que son "un instrumento de disuasión para los potenciales corruptos". En España hay 750 investigaciones abiertas, con 1.000 personas implicadas, entre ellas políticos, y 3.000 millones de euros incautados, por lo que se pidió más inversión en la formación de policías y fiscales especializados.

La corrupción avanza en todo el mundo a causa de la crisis financiera y casi tres de cada cuatro países suspenden este año el Índice de Percepción de Corrupción. Estos resultados, los peores de los últimos cuatro años, están ligados a la actual coyuntura económica y su débil recuperación Como en los últimos años, las naciones mejor situadas son Dinamarca (9,3), Nueva Zelanda (9,3) y Singapur (9,3). En el extremo contrario se sitúan Iraq (1,5), Afganistán (1,4), Birmania (1,4) y Somalia (1,1), que cierran la lista de 178 estados y regiones.