El mensaje navideño del rey cosechó ayer las consabidas reacciones políticas. El PSOE y el PP valoraron muy positivamente la llamada a la unidad del monarca español para llevar a cabo las reformas precisas para salir de la crisis y le han visto como un soberano "pegado a su tiempo", mientras que algunos nacionalistas vascos han criticado su breve mención a la violencia o la situación en Euskadi. Desde IU se critica que el rey sea "avalista" de Zapatero, mientras que CiU apela al pacto de Estado.

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se refirió al monarca como "mensajero del aliento y de la confianza en el futuro de España" y valoró el mensaje navideño en el que se mostró "defensor del rumbo de España y de las reformas" que está acometiendo el Gobierno. "Hemos escuchado a un Rey pegado a su tiempo y haciéndose cargo de las dificultades del país y de los problemas de los ciudadanos, defensor del rumbo de España y de las reformas que estamos acometiendo para conseguir salir de la crisis con una sociedad más justa y más cohesionada", señaló Valenciano durante su comparecencia ante los medios.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó que su partido "se apunta" a las propuestas de unidad y reformas que lanzó el monarca, de quien dijo que es "un rey pegado al terreno". Recordó que el PP hace tiempo que dijo que se apunta a las propuestas de unidad "codo con codo, no la unidad de la comparsa", y a las reformas que, a su juicio, deben responder a un plan "meditado, pensado, global y pactado", y no a la improvisación. E insistió en que Zapatero debe "ponerse a trabajar" o convocar elecciones anticipadas.

Desde IU, su coordinador federal, Cayo Lara, reprochó que el rey sólo se refiriera a las reformas necesarias para cumplir los compromisos con los mercados e instituciones internacionales y que avalara los recortes que han perjudicado a los más débiles. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, también dijo compartir con el rey la necesidad de acometer reformas estructurales y volvió a pedir un pacto de Estado "que no ha sido factible por culpa del Gobierno y del PP". El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, interpretó la "referencia extremadamente breve y concisa" que el rey hizo del terrorismo como una prueba de que "en la Casa Real no son ajenos al rumor de que se produzca una declaración de tregua permanente, verificable y unilateral por parte de ETA".

"Sigo y seguiré"

El discurso de Navidad del Rey este año fue más breve pero más intenso que otros. En su tradicional mensaje a los españoles, Juan Carlos I se centró sobre todo en la grave crisis económica que atraviesa el país y expresó el deseo de imbuir ánimo, elevar la autoestima y estimular el espíritu de unidad. El monarca abogó por "abordar juntos las reformas necesarias". En ese contexto pidió unión a partidos políticos y agentes sociales y asegura que "los nuevos tiempos requieren grandes compromisos por parte de todos" y les pidió "generosidad y sentido de Estado" para lograr abordar juntos las reformas necesarias que sitúen a España en el "pelotón de cabeza" de la economía mundial.

Afirmó que sigue y seguirá cumpliendo "siempre con ilusión" sus funciones constitucionales al servicio de España porque, además de su "deber", es también su "pasión". En relación con el terrorismo, destacó que "solo suscita condena y repudio" en cuantos defienden "la libertad y la democracia". De igual modo, rememoró las "alegrías, realizaciones y esperanzas" que ha deparado el año 2010, incluidos los "numerosos triunfos inolvidables en la historia de nuestro deporte". Se mostró convencido de que el próximo año aportará "nuevos éxitos".