El terremoto de 5,2 grados registrado ayer en Lorca no tuvo incidencia en la Central Nuclear de Cofrentes, según aseguraron fuentes de la instalación. Sin embargo, la aceleración provocada por el temblor quedó registrada en los equipos del Sistema de Vigilancia Sísmica (SVS), responsable de activar la alerta en la sala de control en el caso de que se supere el umbral del denominado «terremoto base de operación» u OBE, por su siglas en inglés. El OBE es «el mayor terremoto que se espera razonablemente que ocurra en el emplazamiento a lo largo de la vida operativa de la planta y se asocia a los requisitos de seguridad exigibles para mantener la instalación completa en funcionamiento», según el CSN. Si el terremoto supera el OBE, la central no debe seguir funcionando y tendría que ser conducida a «parada segura».

El terremoto base de operación (OBE) de Cofrentes se sitúa en una aceleración de 0,085 g, el más elevado de las centrales españolas tras el de Vandellós II (0,1g). Según el mapa sísmico de España, los edificios del área de Cofrentes deben construirse para resistir una aceleración de 0,04g, aunque toda la normativa está sujeta a revisión tras el seísmo que afectó al complejo nuclear de Fukushima tras el terremoto de 9 grados Richter y posterior tsunami, del que ayer precisamente se cumplieron dos meses.