Con las arcas municipales bajo mínimos y limitada o nula capacidad para endeudarse, la mayoría de los ayuntamientos ha anunciado drásticos ajustes y recortes de personal, a los que han sumado medidas imaginativas como la restricción del alumbrado público o la subida de las tasas por celebrar bodas.

Muchas corporaciones han avanzado planes de ahorro que no son anecdóticos y en un futuro no muy lejano tendrán su reflejo en las tasas de paro municipales, ya que no son pocas las administraciones que no renovarán a su término los contratos del personal interino o eventual.

O que disolverán los organismos municipales autónomos para integrarlos en las concejalías, como el ayuntamiento de Lleida; o que no seguirán sufragando sus televisiones locales, como en el caso de Onda Jerez Radio y Televisión, del canal TVO de Ontinyent (Valencia) o de la ya extinta "Ocho Televisión" de Cuenca.

Aun con recortes, hay ayuntamientos como el de Cacabelos (León) que advierten de que no podrán hacer frente a las próximas nóminas de sus trabajadores, y otros que llevan ya hasta seis meses sin cobrar, según denuncian los empleados municipales de Valverde del Camino (Huelva).

Toledo ha decidido reducir el alumbrado por zonas en lugares públicos, mientras que Logroño adaptará los horarios de encendido y apagado de las farolas al calcular que media hora menos de luz puede suponer una diferencia en la factura eléctrica de 200.000 euros.

Pero el tijeretazo más doloroso que están realizando los municipios es la reducción del personal público, como es el caso del consistorio de Mérida, donde en sus primeros cien días de gobierno el nuevo equipo municipal ha eliminado 272 puestos de trabajo municipales.

Precisamente, la subida de las tasas municipales se ha convertido en una iniciativa recaudadora recurrente y afectará hasta a las bodas. Lleida, por ejemplo, ha decidido cobrar entre 100 y 200 euros por celebrar matrimonios en su salón de plenos, un servicio que hasta ahora era gratuito, y las parejas abulenses deberán pagar 25 euros.

El ayuntamiento de Ávila espera conseguir además otro pellizco organizando por vez primera bodas en la muralla de la ciudad, por lo que cobrará 350 euros a los foráneos y la mitad a los vecinos de la localidad.

Las fiestas tradicionales no han escapado a la tijera, como las de Elche, que este año han recibido 1,8 millones de euros menos, una localidad en la que los funcionarios municipales renunciaron a sus uniformes de verano para ahorrar.

El ayuntamiento de León gasta 55.000 euros al mes en llamadas de teléfono desde fijos y móviles y suma una deuda total de 800.000 euros con la empresa Telefónica, una cantidad que el consistorio ha acumulado durante los últimos tres años.