Los ciudadanos han esperado largas colas esta mañana para poder acceder durante la segunda jornada de puertas abiertas al edificio del Congreso de los Diputados, donde han sido recibidos con chocolate caliente y consomé.

Hoy es el segundo y último día para poder visitar durante este año el edificio de la Carrera de San Jerónimo, al que ayer se acercaron más de siete mil personas.

La espera media, según los asistentes, ha rondado esta mañana las dos horas y las colas para poder entrar discurrían pasadas las 12:00 horas desde la Carrera de San Jerónimo hasta la plaza de Cibeles.

Desde las cinco de la madrugada esperaban ya algunas personas en las puertas del Congreso para conocer el epicentro de la vida parlamentaria nacional.

El primero en saludar a José Bono, que ha recibido personalmente a los más madrugadores, ha sido Frutos González, quien aguardaba en la escalinata con la misma ilusión de años anteriores y la intención de "saludar a los políticos".

González ha sentido durante la espera "un poquito de frío pasable", pero se ha reconfortado gracias al chocolate "calentito y rico".

Antes de comenzar el recorrido desde la puerta de los leones hasta las distintas salas, el Congreso ha habilitado una carpa en la que se ofrece chocolate y consomé a los ciudadanos.

A las siete menos diez de la mañana ha llegado a las inmediaciones del Congreso José Luis Tébar, que es la primera vez que ve la Cámara Baja desde dentro.

Su mayor ilusión era "despedir a su paisano Bono", al que le ha pedido que le firmara un autógrafo en una imagen en tela de la Virgen de Cortes.

Algunos diputados han querido estar presentes en las dependencias de la Carrera de San Jerónimo para poder hablar con los ciudadanos y atender sus preguntas.

Este ha sido el caso de los parlamentarios populares Celia Villalobos, José Luis Ayllón y Fátima Báñez.

Báñez ha explicado a Efe que es muy "reconfortante" ver cómo a los ciudadanos les apetece participar en estas jornadas y conocer "la casa de todos".

A la diputada por Huelva le gusta la "alegría y la ilusión" que transmiten los visitantes, que han convertido ya estos días en una "bonita tradición".

Báñez ha confesado que muchos de ellos han mostrado su apoyo al nuevo Gobierno, además de desearle suerte y que acierten en las decisiones que tendrá que tomar el futuro Ejecutivo.

Además, algunos le han comentado su preocupación por la actual situación económica y han relatado que tienen algún familiar en las listas de paro.

Y también ha habido tiempo para preguntas más personales, como las que ha recibido Báñez sobre Iván, el primer hijo de la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que nació el pasado once de noviembre.

También un reducido grupo de ciudadanos han decidido vestir durante el recorrido las "camisetas verdes" que suelen llevar los participantes en las concentraciones contra los "recortes" en materia educativa en Madrid.

La mayoría de los ciudadanos han querido inmortalizar su visita con fotografías y durante todo el recorrido no han parado de utilizar sus cámaras digitales.

Muchos de los flashes se han dirigido al escaño que ocupa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la tribuna de oradores y a los frescos que decoran el techo de palacio.

Lo que más ilusión le ha hecho a una de las visitantes ha sido sentarse en los sillones de sus señorías, aunque sólo ha podido hacerlo en los de color rojo, pues está prohibido ocupar la bancada azul destinada al Gobierno. EFE