El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró hoy que España es uno de los países "que más se va a sacrificar" para imponer un embargo europeo al petróleo iraní, dado el importante volumen de crudo que importa del país persa.

"Entendemos que la seguridad de la zona es prioritaria y, por tanto, estamos dispuestos a hacer este sacrificio para conseguir la unanimidad en Europa", explicó Margallo a su llegada a la reunión de ministros europeos en la que se espera aprobar la medida.

Según el jefe de la diplomacia española, la clave para lograr un acuerdo entre los Veintisiete será dar con un periodo de exención que permita la ejecución de los contratos vigentes, plazo que España defiende situar en los seis meses.

Margallo aseguró además que en principio Grecia -el país hasta ahora más reticente a aplicar el embargo- dará luz verde a la medida y apostó por una "solución intermedia entre las posturas más extremas que permita satisfacer los intereses de todas las partes".

Países como el Reino Unido y Francia defienden, a priori, acelerar el veto al crudo iraní todo lo posible.

Mientras, los más afectados por la medida, caso de España, Italia y la propia Grecia han solicitado tiempo para poder cumplir los contratos en vigor.

"Es obvio que nosotros vamos a sufrir un sacrificio importante, porque tenemos unos suministros de petróleo que rondan el 20 por ciento", admitió Margallo.

Sin embargo, subrayó que las empresas españolas le han asegurado que es posible encontrar "suministros alternativos", en los que el país lleva trabajando un tiempo.