Poco más de medio año después de llegar a la Presidencia del Principado Francisco Álvarez-Cascos ha optado por anticipar las elecciones autonómicas al próximo 25 de marzo tras constatar en este periodo la imposibilidad de alcanzar acuerdos, especialmente con su antiguo partido, el PP.

Cascos ha firmado este lunes el decreto que ponía fin a la legislatura más breve de la historia autonómica del Principado después de ver cómo su presupuesto para 2012 era rechazado en el Parlamento en lo que considera un "complot" urdido por socialistas y populares con "intereses inconfesables" para convertir Asturias en su "cortijo".

La tónica de su comparecencia de hoy ante los periodistas, por segunda vez consecutiva sin someterse a preguntas, ha mantenido la idea repetida a lo largo de estos meses de acusar a la oposición de impedir el "cambio" reclamado por los asturianos el pasado mes de mayo cuando le dieron la mayoría en escaños.

En este periodo, PSOE y PP pactaron la Presidencia de la Junta y acordaron también, junto a IU, una ley para impedir el recorte de fondos decidido por el Gobierno para la televisión autonómica que la situó al borde del cierre y que dejó sin cobrar o en el paro a cientos de trabajadores de sus empresas proveedoras.

La oposición coincidió también en su crítica a la gestión realizada en torno al Centro Niemeyer, un proyecto que había generado una gran visibilidad nacional e internacional para una iniciativa cultural en Asturias, que el Gobierno arrebató a sus antiguos gestores a los que acusó de notables irregularidades.

Tras las elecciones del 22 mayo, Cascos asumió la iniciativa de gobernar en minoría al constatar tras varias reuniones la imposibilidad de alcanzar un acuerdo de Gobierno o un pacto de legislatura con el PP, el partido que abandonó tras haber sido diez años secretario general, al secundar la dirección nacional el rechazo de la regional a que encabezara su candidatura.

El desacuerdo se repitió a la hora de negociar la ley más importante para un Gobierno, la de presupuestos, que el jefe del Ejecutivo inicialmente descartó presentar al carecer de las previsiones macroeconómicas del Estado, pero que, finalmente, optó por elaborar a partir de los datos suministrados por Hacienda en julio.

Nuevo escenario económico

Antes de anunciar que elaboraría presupuestos, Foro concurrió en Asturias y en Madrid a las elecciones generales que dieron la mayoría absoluta a Mariano Rajoy y obtuvo unos resultados muy inferiores a sus expectativas al obtener un solo representante en el Congreso y un exiguo apoyo en la capital de España.

Socialistas y populares, entre ellos el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advirtieron de la necesidad de que el presupuesto se sometiera al nuevo escenario económico de recesión y redujera una previsión de ingresos que consideraron "irreal", pero Cascos optó por aprobar el anteproyecto y remitirlo a la Cámara sin más contactos con la oposición que una reunión preliminar con IU.

PP y Foro se intercambiaron acusaciones de falta de voluntad negociadora, aunque hasta en dos ocasiones hubo contactos formales en la sede del Parlamento, y los populares, tras descartarlo en un primer momento, optaron por la enmienda de totalidad manteniendo su oferta de acuerdo al Gobierno siempre que retirara el texto inicial.

El Parlamento consumó la pasada semana la devolución del proyecto al Ejecutivo al aprobar la enmienda del PP, una decisión que llevó al presidente del Principado y a su partido a redoblar sus ataques a la formación popular y a advertir de las gravísimas consecuencias que supondría para Asturias aplicar una prórroga "insolvente".

Rodeado de su Gobierno y de su grupo parlamentario, formados por exdirigentes del PP y dirigentes de nuevo cuño en política, Cascos, que coge sin candidatos definidos y en periodo precongresual a socialistas y populares, ha anunciado su decisión de someterse de nuevo a las urnas "por coraje y responsabilidad", "más apasionado que nunca" y para no pasar "por un político aferrado a la poltrona".