El Govern de la Generalitat está estudiando aumentar el copago en la Ley de dependencia pasando del 9% actual a un máximo del 13%, quedando exentos aquellos beneficiarios que no tengan recursos económicos ni patrimonio, según ha avanzado el conseller de Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, en una entrevista de Europa Press.

"Estamos realizando un estudio para aumentar el copago en función de lo que pueda pagar cada beneficiario contemplando los ingresos adicionales y el patrimonio, que actualmente no se tienen en cuenta", ha concretado Cleries, que ha recordado que aquellas personas que no puedan sufragar ningún coste seguirán sin hacerlo.

En 2011 se han destinado más de mil millones de euros a los dependientes catalanes, de los cuales un 24% han sido costeados por el Estado, un 67% por la Generalitat y un 9% por los beneficiarios a través del copago, siendo la catalana la cifra más baja del Estado.

"Una persona con más de una vivienda deberá aportar un poco más de dinero de lo que hace ahora, pero nunca más de un 13%", ha puntualizado el conseller, que ha reconocido algunos puntos débiles en el actual modelo de pago, que se calcula exclusivamente en base a la pensión del beneficiario, obviando su patrimonio.

El aumento del copago permitirá hacer frente al aumento de las listas de espera, actualmente de más de 60.000 personas, y "cambiar la calculadora del gasto, ya que la Generalitat está aportando mucho más de lo que debería por el incumplimiento del Estado", ha recordado el conseller.

El despliegue de la Ley de dependencia, iniciado en 2007, contemplaba una aportación igualitaria por parte del Estado y las comunidades autónomas --50% del coste respectivamente--, pero actualmente "no se cumple esta repartición y la Generalitat paga casi el 70%", ha lamentado Cleries.

Por ello, ha explicado que "si el Estado cambia este agravio el copago podría replantearse", algo que también pasaría si el Gobierno español adecuara sus pagos al coste de los geriátricos según cada territorio.

"El precio de una residencia es mucho más caro en Cataluña que en otras comunidades pero el Estado paga lo mismo, algo que debería solucionarse", ha precisado.

Cleries ha puntualizado que el copago que realizan los beneficiarios catalanes es el más bajo del Estado y ha recordado que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha mostrado su intención de igualarlo en todas las comunidades, algo que también haría replantear al Govern su intención de aumentarlo.

Además del incumplimiento del Estado, Cleries ha admitido dificultades de tesorería, acuciadas por el "ahogo" de los ayuntamientos, que deben sufragar un tercio de la atención domiciliaria.

A todo ello, se suman los retrasos heredados en los pagos de las prestaciones, algunos de ellos desde 2007, por lo que el aumento del 4% en el copago --siempre que los beneficiarios puedan asumirlo-- supondría un balón de oxígeno para el Govern.