El exsecretario de Estado de Transportes, Isaias Táboas, ha eludido hacer declaraciones sobre el interrogatorio al que le ha sometido el magistrado del Tribunal Supremo José Ramón Soriano, que instruye la relación del exministro José Blanco con la 'operación Campeón'. "Todo lo que tenía que decir ya lo he dicho dentro", ha respondido Táboas a su salida del alto tribunal.

El que fuera secretario de Estado de Transportes ha acudido alrededor de las 10.15 horas al Palacio de Justicia para comparecer, en calidad de testigo, sobre la supuesta trama que habría obtenido subvenciones públicas de forma fraudulenta. Sin embargo, no ha sido hasta las 12.15 horas cuando ha comenzado su declaración ante el juez instructor.

El magistrado José Ramón Soriano también ha tomado declaración como testigo al exjefe de gabinete del Ministerio de Fomento durante el mandato de José Blanco Javier Hurtado Domínguez. El hoy diputado socialista reconoció ante el juez que se puso en contacto con ambos para preguntar por varios proyectos de vicesecretario de Azkar, José Antonio Orozco, imputado en la trama.

El interrogatorio de los dos exaltos cargos se ha extendido durante poco más de una hora. Al salir del Palacio de Justicia, han salido a la vez pero cada uno por un camino diferente sin querer hacer declaraciones a los medios de comunicación que esperaban a las puertas del Supremo.

Al ser preguntado Taboás si recibió órdenes del extitular de Fomento sobre estos proyectos, se ha limitado a responder: "Todo lo que tenía que decir ya lo he dicho dentro".

Blanco les preguntó sobre unos permisos

Ambos fueron mencionados por el propio Blanco en su declaración del pasado día 26 ante el alto tribunal como las personas con las que se puso en contacto tras ser inquirido por el vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, en relación con la marcha de permisos para sus actividades empresariales.

En dicha ocasión, Blanco reconoció ante el instructor Soriano que en una ocasión preguntó a su jefe de gabinete sobre el estado de un expediente relacionado con la ampliación de infraestructuras de Azkar y la creación de 400 puestos de trabajo. Su colaborador le informó que la media de tramitación era de 3 o 4 meses y éste llevaba seis meses sin informe en contra y sin objeción administrativa "y que en 15 días lo resolvería".

En este punto, el ex ministro de Fomento justificó su conducta porque "la responsabilidad de un administrador público es agilizar los procesos y facilitar sobre todo cuando se trata de crear empleos".

Además, Blanco también reconoció ante el Tribunal Supremo que Orozco le preguntó sobre la agilización de unas licencias para construir una nave en Santo Boi (Barcelona), cercana al aeropuerto de El Prat, y que él se lo trasladó al secretario de Estado "y le consta que éste habló con el alcalde y posteriormente hubo una reunión en el que se aclararon los temas objeto de esa situación", aunque no dio instrucción alguna al secretario de Estado ni él habló con el primer edil.

Sobre este asunto, Blanco comentó ante el magistrado del Tribunal Supremo que "como ministro tenía mucho interés en acelerar las expropiaciones de ese aeropuerto porque tenía interés en comenzar las obras del aeropuerto cuanto antes".

En la exposición razonada que la jueza que investiga la trama en Lugo, Estela San José, remitió al Tribunal Supremo a finales del pasado año se señalaba que el ex ministro podría haber incurrido en posibles delitos de tráfico de influencias y cohecho. La magistrada basó dicha acusación, con el beneplácito de la Fiscalía, en la existencia de numerosos mensajes que Blanco se envió con Orozco sobre las licencias de una nave en Sant Boi (Barcelona).

En este contexto, el vicepresidente de Azkar reconoció este jueves ante el alto tribunal haber informado al ex ministro de una parcela cercana al aeropuerto de El Prat donde su empresa planeaba construir una plataforma logística.

Azkar no había logrado completar los trámites administrativos para conseguir la licencia de obras, que dependían del Ayuntamiento de Sant Boi, y así se lo dijo a Blanco, aunque Orozco puntualizó durante su declaración que no le pidió al ministro que hablara con el alcalde para que le arreglara este problema. No obstante, días después Orozco recibió una llamada Secretario de Estado de Transportes y tuvieron una reunión con el regidor, llegando a obtener la licencia.