La persona elegida para presidir la comisión que reformará la universidad no es precisamente alguien complaciente con el sistema. En los últimos años, Teresa Miras dejó claro que muchos aspectos del funcionamiento de las universidades no le gustaban y se ha quejado reiteradamente del maltrato al que sometían a la investigación. Ahora le tocará pasar de las palabras a los hechos. "Soy crítica, pero siempre con intención de cambiar las cosas y de aportar", reconoce.

-¿Qué es lo que se debe mejorar de la universidad?

-Uno desde fuera puede pensar que la universidad es algo estático y es un error de bulto. Sobre todo para los que estamos en ciencias. Tenemos que adaptarnos cada día a las nuevas cosas que van saliendo. Estamos modificando permanentemente nuestro conocimiento. A mí me gusta mucho la docencia, pero porque la acompaño con la investigación. Eso es lo que hay que hacer. Se deben ir adaptando las asignaturas a la realidad.

-Usted es una gran defensora de la labor de investigación en las universidades, pero el I+D corre el riesgo de ser sacrificado ante los recientes recortes anunciados por el Gobierno en materia educativa...

-La investigación nunca ha estado boyante. Ya en los últimos años hubo unos recortes terroríficos. Cualquier recorte de algo que ya no está muy bien dotado es algo triste.

-¿Cuál es la solución?

-Hay que replantearse gastos. No se puede gastar tontamente el dinero. En investigación pasa igual que lo que ha ocurrido en España con el despilfarro en aeropuertos y auditorios. Ahora, si no hay dinero, tenemos que salvar al menos los muebles. Lo que es esencial es la gente, los investigadores. Eso es a lo único a lo que no se puede renunciar. Si tienes gente buena tienes que incorporarla, de lo contrario, sería una tragedia.

-España tiene unos elevados índices de abandono universitario, tal y como reconoció el propio ministro de Educación. ¿Cómo se reducir esta tasa?

-Es cierto. No puede ser que alguien esté en la universidad abusando del dinero de los padres y el del contribuyente y que además esté entorpeciendo a los demás.

-¿Habría que aumentar las tasas universitarias o penalizar económicamente a los repetidores?

-No lo sé. Pero también es cierto que hay alumnos excepcionales y que merecen un respeto.

-¿Sobran muchas titulaciones en España?

-En mi área, que es la de ciencias, es donde hay menos excedentes, pero sí que es cierto que hay titulaciones con un número muy reducido de alumnos y es necesario que exista una masa crítica suficiente en las carreras.

-¿Cómo se puede evitar la fuga de cerebros al extranjero?

-La ciencia es universal. Que los investigadores salgan es estupendo. Esto no es un problema. Lo que hay que procurar es que retornen en un plazo razonable y no esperar a que estén al borde del cansancio.

-¿Y eso cómo se consigue? ¿Mejorando las condiciones laborales de los investigadores?

-Sí. Hay investigadores mileuristas que son excepcionales. Pero también dándoles mayor reconocimiento. Nunca este país ha sido muy amable con los científicos, tampoco con los docentes. Pero lo que sí le puedo decir es que vamos a sobrevivir y lo haremos lo mejor que sepamos.

-Decía usted que en investigación se ha despilfarrado igual que en aeropuertos o en auditorios. ¿Se ha invertido demasiado en equipos tecnológicos y menos en personal para utilizarlos?

-No es que los equipos no sean necesarios, sí que lo son. Pero ahora, con menos dinero, puede haber colaboraciones: si hay algo que no tengamos en Santiago o en Vigo pues igual lo hay en A Coruña. Hay científicos en Galicia que pueden colaborar entre sí. Hay que optimizar los recursos.

-¿Son buenos los docentes de las universidades españolas? ¿Deberían ponerse las pilas?

-No sé en otras áreas, pero al menos en mi entorno son muy creativos y ya tienen las pilas puestas.