El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo ayer que la Dirección General de Tráfico (DGT) se está planteando aumentar la diferencia entre los límites de velocidad de las carreteras convencionales y las autovías, bien reduciendo el primero, bien aumentando el segundo, o haciendo ambas cosas.

En una rueda de prensa en la que presentó una campaña contra el consumo de drogas al volante, Fernández Díaz afirmó que "no parece razonable" que en las carreteras convencionales, las más peligrosas, se pueda circular hasta a 100 kilómetros por hora, mientras que en una autovía, que cuenta con más medidas de seguridad, la velocidad máxima sea solo de 120.

La idea, según explicó el ministro del Interior, es que el diferencial entre la velocidad máxima en carretera y en autovía no sea tan estrecho. Para alcanzar ese objetivo, Tráfico podría aumentar la velocidad máxima en autopistas y autovías y mantenerla intacta en carreteras secundarias o, de forma paralela, reducir los límites también en estas vías.

"Lo que le puedo asegurar es que no se va a incrementar la velocidad máxima en las carreteras secundarias que es donde se concentra el mayor número de siniestros, de muertos y de lesionados", destacó.

Por otra parte, la DGT pondrá en marcha a partir del próximo 9 de julio una campaña de "tolerancia cero" con el consumo de drogas al volante, con miles de controles "en todas las vías, horas y días de la semana". Los controles de drogas serán aleatorios y se realizarán mediante una sencilla prueba con una pequeña muestra de saliva, que se llevará a cabo inmediatamente después de los habituales test de alcoholemia.

Si este primer test -que detecta un consumo de hace pocas horas- ya arroja un resultado positivo de drogas, el conductor no podrá seguir conduciendo y se le practicará una segunda muestra mucho más precisa que se remitirá con todas las garantías y custodias a un laboratorio. En cualquier caso, si el ciudadano desea realizarse una prueba de contraste, se le llevará a un hospital para que se le extraiga otra muestra.

La sanción administrativa será idéntica a la del consumo de alcohol: 500 euros de multa y la pérdida de seis puntos del carné.