El fuego de Castrocontrigo sigue ardiendo sin control tras quemar cerca de 10.000 hectáreas en el sur de la provincia de León y el Gobierno autonómico lo cataloga ya como una "catástrofe", que constituye el incendio más grave de la Comunidad, por masa forestal afectada, de los últimos diez años.

Los trabajos de extinción continuarán por la noche sobre dos focos activos que continúan ardiendo con "gran virulencia", según apuntan fuentes de la Delegación del Gobierno en la Castilla y León, que descartan que haya peligro para los núcleos habitados.

Sobre el terreno han trabajado durante la jornada 443 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y más de trescientos civiles desplegados por la Junta de Castilla y León, así como alrededor de una veintena de medios aéreos.

El incendio, que afecta sobre todo a zona de pinos, se mantiene por tercer día consecutivo en el nivel dos de INFOCAL -en una escala de cero a tres- y la causa probable que baraja el Gobierno autonómico es que haya sido intencionado.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha visitado hoy el puesto de mando avanzado del incendio, ubicado en Priaranza de la Valduerna (León), donde ha lamentado que el fuego se esté extendiendo sobre una "zona natural privilegiada", junto al monte Teleno.

Herrera ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para promover una "movilización social" y denunciar las actuaciones "negligentes" o "criminales", causantes de más del 90 por ciento de los incendios forestales.

El presidente ha señalado que las circunstancias meteorológicas han contribuido a que el fuego alcanzara una "extrema gravedad" y ha insistido en que la labor de los medios desplegados ha evitado que haya tenido unas "dimensiones muy superiores".

El alcalde de Castrocontrigo, Aureliano Fernández, ha asegurado que se han llevado a cabo esfuerzos "hercúleos" para frenar el avance del fuego y ha reconocido que las últimas dos noches han sido "infernales" para los vecinos de la localidad.

El regidor, quien ha responsabilizado del fuego a "algún malnacido que le dio por quemar algo", ha subrayado que el estado de ánimo es de "inquietud" y "decaimiento", si bien "el fuego sigue" y la preocupación ahora se centra en los habitantes de las poblaciones limítrofes.

La estampa de pueblos como Torneros de Jamuz -cuya evacuación se evaluó el lunes-, Tabuyo del Monte y Quintanilla de Flórez destacaba por sus calles vacías y casas cerradas a cal y canto, ya que muchos de sus vecinos han optado por abandonar sus hogares ante la amenaza del fuego.

Vecinos de las localidades afectadas por el incendio han afirmado que los servicios de extinción de la Junta de Castilla y León se confiaron en los primeros momentos, lo que, en su opinión, facilitó que el fuego se descontrolara.

Además, algunos habitantes de poblaciones como Tabuyo del Monte han tomado la iniciativa de sumarse a las labores de extinción y han salido a las afueras de las localidad para frenar el fuego con ramas y otros medios.

Por su parte, la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha anunciado que pedirá un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Castrocontrigo (León) para pedir la declaración de zona catastrófica, ya que el fuego ha castigado a sectores como el resinero, el maderero, el ganadero, la caza, el turístico y el micológico, que daban empleo en la zona y de los que dependían "varias familias" del municipio.

Para el regidor de Castrocontrigo, este incendio obligará a muchos vecinos a "pasar página" y buscarse la vida de otra forma o en otro lugar, ya que el "microcosmos" de la zona está devastado.

Esta parte de la comarca de La Bañeza, donde se calcula que el frente del fuego ronda los 15 kilómetros, sufre así la mayor destrucción por un incendio en Castilla y León en los últimos diez años, según ha concluido el director general de Medio Natural de la Junta, José Ángel Arranz.