Un helicóptero de la Guardia Civil ha sobrevolado durante toda la noche el perímetro fronterizo de Melilla, después de que el pasado sábado accedieran a la ciudad autónoma alrededor de 60 inmigrantes de origen subsahariano de los 450 que lo intentaron.

Desde hace dos días, las fuerzas de seguridad están en "máxima alerta" en los nueve kilómetros de alambrada que separan Melilla de Marruecos. Además, la plantilla del Instituto Armado se ha reforzado desde la pasada semana con 18 agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) que estarán en Melilla hasta el día 15 de septiembre y que trabajarán en el perímetro y en la fase retorno de la Operación Paso del Estrecho (OPE).

Las avalanchas del sábado se produjeron en dos intentos, coincidiendo una con la ruptura del ayuno de los musulmanes por Ramadán y otra con la última comida antes de retomar el ayuno. A las 21.00 horas, un grupo de unos 300 'sin papeles' intentó el asalto por la zona que va por el cauce del río de Oro. A las cinco de la madrugada, algo más de un centenar volvió a intentarlo. Sólo 60 consiguieron entrar a Melilla.

Tras ser identificados en la Jefatura Superior de Policía de Melilla, en aplicación de la Ley de Extranjería, los inmigrantes fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

En este centro ya hay alrededor de 750 inmigrantes, entre los que se encuentran los más de 20 que fueron trasladados a la ciudad autónoma tras la llegada de una patera al Peñón de Vélez con 41 'sin papeles' a bordo, entre ellos seis mujeres y dos menores.