Un equipo del Summa ha acudido a las tres de la tarde al domicilio de José María Ruiz-Mateos, al que han atendido y dado el alta en el lugar "porque su patología no reviste gravedad", según han confirmado a Efe fuentes de Emergencias Comunidad de Madrid 112.

El empresario se encuentra en su domicilio desde que ayer fuera puesto en libertad de madrugada por la jueza María Pascual, por motivos humanitarios, tras estar trece horas detenido en la comisaría de Pozuelo de Alarcón.

Ruiz-Mateos, de 81 años, fue detenido ayer por orden de la jueza para garantizar que se personaría hoy en el juzgado de Palma, en la que era la tercera citación judicial por la supuesta estafa por la compra-venta del hotel Eurocalas de Mallorca.

El empresario finalmente no ha comparecido tampoco esta mañana en el juzgado de Mallorca en el que estaba citado alegando problemas de salud.

En declaraciones a Efeagro, el portavoz de Ruiz-Mateos, Ignacio Fernández Candela, ha explicado que la familia ha llamado a los servicios de emergencia por "la extrema debilidad" del empresario.

Fernández Cadela ha detallado que ha sido su hija Begoña quien ha llamado, "preocupada" por el estado de salud de su padre, que está "postrado en cama" desde que ayer abandonara la comisaría, donde le acompañó todo momento.

Según el portavoz, Ruiz-Mateos sufre falta de coordinación al hablar y tiene las piernas y los pies amoratados, ya que sus problemas de circulación se agravaron ayer al "verse obligado a pasar trece horas sentado en una silla, sin poder acostarse".

"Estaba en una sala pequeña, sin ventilación, a 38 grados, donde sólo podía descansar si apoyaba la cabeza sobre la mesa", ha subrayado.

A su juicio, estas condiciones, aunque sean las habituales para cualquier detenido, "son absolutamente extremas para un hombre octogenario de salud precaria".

Ha recordado que Ruiz-Mateos requiere un tratamiento de medicación "muy severo y totalmente reglamentado", y que ayer tuvo "serias carencias" durante su detención.

Según el portavoz, acompañan al empresario en el chalé familiar de Somosaguas su hija Begoña y su secretaria personal Isabel Fernández.