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Las islas y peñones que España posee en el Norte de África se han convertido en el nuevo frente del problema de la inmigración, debido a que el refuerzo de la seguridad en torno a la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos ha obligado a las mafias a buscar nuevas vías. Pese a que el fenómeno migratorio se ha mantenido constante a lo largo de los años, este verano se ha producido un repunte que ha traído a la memoria las avalanchas del año 2005, aunque con algunas diferencias, entre las que se encuentran la fisonomía de la propia valla, la mayor colaboración de Marruecos y la actitud de los inmigrantes que se acercan al perímetro dispuestos al cuerpo a cuerpo con los agentes marroquíes o españoles.

Sin embargo, la mayor novedad es precisamente el uso de nuevas vías para el acceso de inmigrantes a territorio español y que han encontrado en los islotes y peñones una especie de puente hacia España, que el Gobierno pretende evitar a toda costa, sobre todo para que no se produzca un efecto llamada. Y es que desde mayo, fecha en la que se registró la primera llegada de una patera a un islote, en concreto a Chafarinas, han sido más de 200 los inmigrantes que se han valido de esta nueva ruta.

Hasta el pasado 29 de agosto, a todos se les había trasladado a Melilla o a la península, pero la llegada de la primera patera a la Isla de Tierra supuso un cambio en la política que el Gobierno había seguido hasta entonces, consciente de que la situación podría agravarse. La llegada de inmigrantes a estos pequeños enclaves, algunos como el caso de la Isla de Tierra casi desconocido y deshabitado, es algo novedoso, ya que solo se viene produciendo desde hace unos meses.

Hasta la llegada de 83 inmigrantes a uno de los tres islotes que componen el archipiélago de Alhucemas se habían registrado al menos otras doce llegadas, pero ninguna con una cifra tan elevada de subsaharianos. La primera se produjo el pasado 3 de mayo a la Isla del Congreso, perteneciente al archipiélago de las Chafarinas, donde arribó una pequeña embarcación con seis inmigrantes. Sin embargo, la voz de alarma saltó el 19 de agosto con la aparición en el Peñón de Alhucemas de una embarcación con 41 inmigrantes. Y después llegó el turno de la Isla de Tierra.