El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha enviado a prisión a Yassin Ahmed Laarbi, alias Pistu, presunto cabecilla de una red próxima a Al Qaeda de captación y envío de yihadistas a Siria, que fue detenido ayer en Ceuta cuando había iniciado los preparativos para viajar a Siria.

En el auto de prisión, Moreno le acusa de pertenencia a la red terrorista Al Qaeda y sostiene que ya habría iniciado los preparativos para su marcha hacia Siria relativos a documentación, pasaporte e imagen: cambiando su apariencia presumiblemente para iniciar el viaje sin levantar sospechas en puertos y aeropuertos.

Sin embargo, "problemas económicos le habrían impedido marchar a Siria", aunque tampoco se descarta que pudiera contemplar la posibilidad de llevar algún tipo de acción violenta en Ceuta en el caso de no llegar hasta Siria, tal y como se desprende de una de las conversaciones telefónicas intervenidas.

Ahmed Laarbi está considerado como uno de los máximos responsables del grupo de ocho personas, de nacionalidad española, que fueron detenidas el pasado junio en Ceuta en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y a los que Moreno envió a prisión por integración en organización terrorista.

A esta red se la cree responsable del envío de decenas de yihadistas a Siria y está confirmado que cinco, tres de ellos españoles, se inmolaron en atentados suicidas, creando "un efecto llamada entre los integristas de Ceuta", según recuerda el juez en el auto.

De lo investigado hasta el momento se deduce que Ahmed Laarbi estaba "estrechamente relacionado con los miembros de mayor rango de la célula" como Karim Abdesalam Mohamed, Marquitos, considerado el máximo líder de esta célula y que fue detenido en junio.

Función de enlace

En concreto, desarrollaría "una función de enlace de la célula con los miembros que ya estarían en Siria integrados en grupos terroristas-yihadistas" y con los que mantiene contacto a través de Tarik Mustafá, Conejo, y con Mohamed Abdeselam, Pizza.

"Su estatus dentro de la célula y su estrecha relación con los yihadistas que viajaron" el pasado 31 de mayo desde Ceuta hasta Siria "queda patente en el hecho de que estos fueron a despedirse de él antes de partir", tal y como se refleja en conversaciones telefónicas intervenidas.

También, entre los días 11 y 15 de junio, asistió a varios encuentros de miembros de la célula convocados en diferentes playas de Ceuta.

Recuerda además el juez que entre febrero y principios de marzo, acudió en varias ocasiones con un grupo de alborotadores, entre ellos Marquitos, a la mezquita Bard de Ceuta y advirtieron a los asistentes de que en caso de que el imán no cambiara el tipo de lectura coránica, debían cerrar las puertas del templo al no atenerse a lo que se lee en la mezquita Atawba de la misma ciudad y a la que ellos pertenecen.

Acto seguido, Marquitos cerró las puertas de la mezquita, "prohibiendo que se abriera hasta que se cumpliera lo establecido por ellos", relata el juez.

A raíz de la operación contra esta célula desarrollada en junio, Ahmed Laarbi permanecía huido y estaba reclamado por la Audiencia Nacional por pertenencia a organización terrorista.