UPyD da por roto el pacto de legislatura que mantenía con el Gobierno socialista en Asturias, después de que los socialistas votaran ayer en contra de una iniciativa para reformar la ley electoral regional en la Cámara asturiana.

Tan sólo unos minutos más tarde de confirmarse esta noticia los ojos se giraban hacia Izquierda Unida, quien no ha tardado en confirmar la pérdida de confianza en el proyecto del PSOE. En el caso de IU no existía un documento escrito como tal, al haber rechazado la asamblea; si no que se trataba de una serie de apoyos que dotaban al ejecutivo de estabilidad.

El rechazo de los socialistas a la reforma de la ley electoral, cuya toma en consideración se votó y descartó ayer en el Parlamento asturiano, significa el inicio de las hostilidades de ambas formaciones contra los socialistas, después de un año y medio de relativa serenidad en la Cámara.

"Traición" y "demostración de que el PSOE no tenía intención de cumplir lo firmado", dijo Prendes elevando el tono de la crítica. "Se han echado en brazos de la derecha", clamaba en los pasillos del Parlamento el portavoz de la coalición de izquierdas, Ángel González, cuando en el Hemiciclo aún se debatían los últimos puntos del orden del día. "Y si tan fácilmente pactan con ellos, no podrán contar con nosotros", añadió, para después dejar la puerta abierta "a una rectificación" del PSOE, para la que brindó la colaboración de su grupo parlamentario.

Al final, la tan publicitada reforma electoral, lo que era un requisito inamovible para que UPyD encumbrase a Javier Fernández al Gobierno del Principado, se quedó en un abultado marcador de 39 (PSOE, Foro y PP) a 6 (IU y UPyD) que frena las aspiraciones de revisar el sistema. El texto llegó a la Junta General después del dictamen de la comisión de expertos que trabajó en el nuevo modelo. IU y UPyD, sin pegas por la parte socialista, lo convirtieron en la propuesta que presentaron las tres fuerzas pero que el PSOE terminó por rechazar ayer. "Hemos cumplido escrupulosamente el acuerdo.

Los 23 diputados siempre fueron un punto de partida, se dijo desde el primer minuto. La actual ley electoral tiene 26 años y aspiro que a la próxima sea igual de duradera", dijo Fernando Lastra desde el PSOE. Un requisito que cree que no se podrá dar solo con mayoría absoluta. "Estoy de acuerdo con el contenido pero es necesaria una mayoría política para garantizar la estabilidad. No hemos engañado a nadie", aseguró.

Prendes, que en la tribuna de oradores se limitó a detallar las ventajas del que sería un nuevo sistema electoral, estalló después, cuando constató que los socialistas no se moverían de su postura contraria al cambio sin un amplio apoyo de la Cámara. El diputado magenta se resistió a dar por finiquitado el acuerdo de legislatura, aunque avanzó que "tomará medidas" y que someterá cualquier decisión "a los órganos del partido", no ya a los regionales, sino a los nacionales, "pues por primera vez hemos sido sustento de un Gobierno y esto ya traspasa ciertas fronteras".

La confirmación definitiva ha llegado en la tarde de este viernes durante el desarrollo del congreso que UPyD desarrolla en Madrid y que este viernes daba comienzo.