Rosario Porto y Alfonso Basterra, en prisión provisional por el presunto homicidio de su hija Asunta, habrían planeado ya en julio el asesinato de su hija Asunta, la pequeña de 12 años cuyo cuerpo apareció en una pista forestal de Teo el 22 de septiembre, según publica Faro de Vigo. Al menos eso sospechan los investigadores, que sostienen que el acuerdo entre los padres se fraguó durante el ingreso hospitalario de Rosario Porto por estrés y ansiedad, según fuentes citadas por RTVE.

En principio los responsables del caso no parecen haber dado con el móvil del crimen, si bien apuntan un motivo: "el egoísmo de sus padres", y las mismas fuentes apuntan como hipótesis que la pequeña condicionaba los futuros planes de vida de Rosario y Alfonso.

En este sentido consideran crucial el viaje que Charo Porto realizó a Marruecos en junio con un posible compañero sentimental, que se habría negado a abandonar a su esposa como ella le propuso. A su regreso, tuvo lugar el brote de ansiedad que obligó al internamiento de Charo en el Hospital Xeral de Santiago. Allí permaneció cuidándola día y noche y durmiendo en una silla de la habitación, su exmarido Alfonso Basterra. Entonces, según el informativo de RTVE en Galicia, habrían decidido la muerte de su hija ya que Rosario le propuso retomar una relación sentimental aunque abierta y Alfonso Basterra habría aceptado, porque está enamorado de ella pero también "porque él dependía económicamente de su exmujer".

En este nuevo ámbito enmarcan los investigadores la posible colaboración de una tercera persona que pudo trasladar el cadáver de Asunta a la pista forestal de Teo donde fue hallado pasada la una de la madrugada y que varios testigos aseguraron que no lo vieron cuando pasaron varias veces, la última a las 12.30 de la noche.

Para esclarecer el enigma de si tuvieron ayuda para el traslado del cadáver, la Guardia Civil coteja las llamadas realizadas y rastrea el cruce de datos de los repetidores de telefonía móvil de dos íntimos de Rosario Porto. El objetivo es conocer si la señal de telefonía sitúa a alguno de ellos en el lugar donde apareció Asunta.

Algunos investigadores apuntan, según las mismas fuentes, que si bien Rosario Porto pudo ser la ejecutora del crimen, Alfonso habría sido el "ideólogo". También ha trascendido que Asunta, pocos días antes de morir, comentó a una persona muy allegada: "mis padres me engañan", pero rechazó la ayuda que se le brindó.

Por otra parte, el magistrado del caso, Vázquez Taín ha enviado una felicitación al comisario de Santiago expresándole su satisfacción por el trabajo realizado. "Ante las insinuaciones referentes a las posibles quejas de la Guardia Civil y en relación con las actuaciones llevadas a cabo por miembros de su comisaría, he de manifestarle que dichas insinuaciones son infundadas", le dice el juez que manifiesta que el comportamiento fue de colaboración y eficacia, especialmente al comienzo de la investigación.