Los investigadores del crimen de Asunta Basterra Porto, la niña de 12 años cuyo cuerpo apareció en una pista forestal de Teo el pasado 22 de septiembre, sostienen que la madre, Rosario Porto, asfixió a la menor y que ella sola fue la que se deshizo del cuerpo, según fuentes consultadas por Europa Press.

De acuerdo con las conclusiones de la investigación, incorporadas al sumario de cinco tomos que hasta el momento conforma el caso del crimen de Asunta, Rosario Porto fue la persona que la asfixió tras desplazarse con la menor desde Santiago de Compostela a la vivienda familiar de Teo.

Por determinar estaría con qué murió asfixiada, hipótesis entre las que los investigadores no descartan desde "un pañuelo, una mano o la almohada", han precisado las mismas fuentes sobre unos hechos que sitúan en la vivienda de Teo. A escasos kilómetros de donde se ubica la vivienda está la pista forestal en la que, sobre la 1.15 horas del 22 de septiembre se encontró el cuerpo de la menor que, según esta misma investigación, habría sido movido solo por Rosario Porto, sin la ayuda de terceras personas.

Así, según las fuentes consultadas por Europa Press, los investigadores descartan "en principio" que haya habido otra persona, ajena a Rosario Porto o su exmarido Alfonso Basterra, implicada en los hechos, tras concluir que no hay ningún dato que les condujera a esta posibilidad.

De hecho, esta vía llevó a la Guardia Civil a investigar a personas próximas al entorno de la madre de Asunta, tanto a nivel profesional como personal, aunque el auto por el que se levanta el secreto del sumario concluye que las tres personas investigadas son "totalmente ajenas" a los hechos por los que se imputa a la abogada Rosario Porto y al periodista Alfonso Basterra el supuesto asesinato de su hija.

En relación al padre de Asunta, la investigación tiene "claro" que sería la persona que compró el Orfidal que, supuestamente, se le habría suministrado a la menor durante, al menos, un período de tres meses. También concluye que estuvo "en capítulos anteriores de sedación" de la menor, antes del 21 de septiembre.

Ese día, se considera, como recoge el auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela, que fue la persona que suministró a Asunta una "dosis tóxica" de Orfidal "para privarla de toda voluntad y defensa y presuntamente facilitar la acción de asfixia, en un plan concordado" con la madre.

En cuanto al móvil del crimen, la investigación sigue centrada en trabajar en distintas hipótesis, después de que quedase descartado el económico que se llegó a barajar inicialmente.

De hecho, pese a levantarse el secreto del sumario para las partes, ésta no se da por concluida al quedar pendientes "elementos de instrucción" en relación a la desaparición del ordenador y un teléfono móvil del padre de la menor.