El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha admitido hoy que los políticos no andan "sobrados" de prestigio social, pero se ha quejado de que muchas veces se les juzgue por el principio de "susto o muerte" y se les critique por hacer una cosa y la contraria.

Rubalcaba ha realizado este alegato durante su intervención en la presentación del presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum.

El líder socialista ha justificado su presentación de Rivero pese a pertenecer a partidos diferentes e incluso a defender programas distintos, y ha hecho hincapié en que respeta al presidente canario y la institución que preside en coalición con los socialistas, y ha subrayado que además les une un lazo de amistad.

Ha querido también hacer una reflexión sobre el hecho de que los políticos hoy en día no anden "sobrados de prestigio social".

Con frecuencia, ha indicado, se juzgan sus actos bajo el principio de "susto o muerte", de tal manera que cuando hacen una cosa, se les critica por haberla hecho, pero si no la hacen, se les reprocha no hacerla.

En ese contexto, ha admitido que habrá quien piense incluso que el hecho de que haya aceptado presentar a un dirigente de otro partido es la mejor expresión de la existencia de la "clase política", un "clan cerrado" en el que todos son iguales, una idea que él ha rechazado de plano.

Una idea que, "probablemente", llegue de las mismas personas que acusan a los políticos de estar siempre atacándose y de ser incapaces de ponerse de acuerdo, ha apostillado.

Durante su breve discurso ha deplorado además la reforma local del Gobierno y ha dicho que el PP empezó cerrando escuelas allí donde gobiernan y ahora quieren "cerrar directamente los pueblos".

Según ha señalado, ambos comparten la preocupación municipal y las reformas del PP, él porque el PSOE es un partido de raíz municipalista y Rivero porque incluso ha sido alcalde durante muchos años.

Rubalcaba ha destacado la coalición que mantienen CC y PSOE en Canarias y ha asegurado que los socialistas se sienten "muy cómodos" en ese gobierno, porque se identifican "plenamente" con algunas de las decisiones que toma, como por ejemplo impedir que los niños empiecen las clases sin poder desayunar o que se vayan a su casa sin cenar.