Rosario Porto ha mantenido ante el juez Vázquez Taín su versión de los hechos, la misma que relató al letrado en su primera declaración. Su testimonio comenzó pasadas las 18h y finalizó casi cuatro horas después, un tiempo en el que la madre de Asunta habría sido más profusa en los detalles de lo ocurrido, siempre desde su punto de vista. Por el contrario su exmarido, Alfonso Basterra, se acogió a su derecho a no declarar.

Ambos llegaron al filo de las 16.00 horas de este jueves al juzgado en dos furgones policiales para comparecer ante el juez Vázquez Taín. Tras ellos, se presentó el abogado de Rosario, Gutiérrez Aranguren, que se paró a contestar escuetamente a la prensa. Admitió que el sumario le había sorprendido, avanzó que tiene previsto solicitar nuevas pruebas y, finalmente, descartó "de momento" pedir la nulidad de alguna actuación, según informa Carmen Villar. Más apurados entraron en los juzgados la defensa de Alfonso Basterra y los representantes de la Asiciación Clara Campoamor, que no realizaron declaraciones.

En la comparecencia, según el TSXG, con presencia de los acusados y los letrados de todas las partes personas, además de la Fiscalía, se solicitó la práctica de nuevas testificalesy repetición de algunas ya practicadas; además de pruebas periciales complementarias. También se solicitó que se tomase de nuevo declaración a los acusados, peticiones que fueron aceptadas por el magistrado del Juzgado de Instrucción nº2 de Santiago, que instruye la causa.

La abogada Rosario Porto y su exmarido, el periodista Alfonso Basterra, imputados por el presunto asesinato de su hija Asunta, prepararon ayer durante horas con sus abogados en el centro penitenciario de Teixeiro la comparecencia de esta tarde ante el juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín. Los padres de Asunta, la niña de 12 años cuyo cuerpo apareció en una cuneta del municipio coruñés de Teo el pasado 22 de septiembre y que habría sido sedada habitualmente durante los últimos tres meses de vida, están en prisión provisional acusados de idear un plan para matar a la niña. El juez sostiene que el padre suministró una gran cantidad de ansiolíticos a la pequeña para facilitar que su mujer pudiera asfixiarla mecánicamente.

La jornada de trabajo del penalista coruñés José Luis Gutiérrez Aranguren, que defiende a Rosario Porto, y de la letrada compostelana Belén Hospido, que representa al padre, resultó tan apretada que apenas tuvieron tiempo para comer y se limitaron a tomar juntos un bocadillo de tortilla en la cafetería de la cárcel de Teixeiro.

La presión mediática sobre este asesinato ha llevado a Instituciones Penitenciarias a reforzar los controles en el penal para evitar fotos, entrevistas o grabaciones de "tipo Bárcenas" a los padres de Asunta en su día a día carcelario. En este sentido se ha incrementado el control de los permisos a otros interno y las vigilancias incluso a los que salen de permiso para evitar que introduzcan teléfonos móviles. Alfonso Basterra, tras la entrevista que concedió a un periodista, fue expedientado al relatar situaciones que no se ajustaban a su estancia en Teixeiro y también se controlan sus visitas.

El levantamiento del secreto de sumario del asesinato de su hija no ha tenido incidencia en la actitud Charo Porto. Además de su bolso de Prada, ahora va siempre con una mochila, pero sigue perfectamente integrada en el módulo de mujeres. Ayuda a otras internas a presentar recursos y mantiene gran actividad.

Alfonso Basterra está considerado en prisión un hombre frío, culto y distante, con quien puedes mantener conversaciones de todo tipo, intenta pasar desapercibido, según personas que lo tratan en Teixeiro. No le supera la situación, mantiene que es inocente y se muestra enamoradísimo de Charo. El padre de Asunta se cartea con otro recluso y va al aula de inglés. Ha pedido que se le levante el protocolo antisuicidios para poder asistir al campo de fútbol y realizar actividades con internos de otros módulos, pues sigue en la enfermería.