El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado que no improvisó en su mandato durante la crisis y ha descartado "pedir perdón" por su gestión en este periodo porque esa expresión "no entra en el vocabulario de las responsabilidades políticas".

En una entrevista en 'El Mundo' recogida por Europa Press con motivo de la presentación del libro 'El dilema. 600 días de vértigo', el expresidente ha repasado su mandato en el último periodo, cuando tuvo que afrontar la crisis económica que llevó a España a una situación complicada.

Así, Zapatero ha explicado que a todos los líderes del G-20 "se les acusaba de improvisar", pero era una crítica errónea, porque "era la crisis la que improvisaba". "Era una crisis inédita para nuestras generaciones, una crisis que se lleva por delante todos los bancos de inversión norteamericanos y buena parte de los bancos europeos", ha explicado.

Además, ha calificado a este periodo como "la peor crisis que un presidente puede tener", si bien no considera necesario pedir perdón por su gestión. "La palabra perdón no entra en el vocabulario de las responsabilidades políticas. Sí entra el intentar tener un juicio ponderado. Me han preguntado varias veces: '¿Usted se considera el peor presidente?'. Bueno, esto es muy opinable", ha señalado.

El exdirigente ha detallado cómo el por entonces dirigente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn le instó en su despacho a pedir un rescate. Entre los motivos para no anunciarlo a la ciudadanía, Zapatero ha señalado que la prima de riesgo "podría elevarse 100 puntos básicos en 15 segundos".

Preguntado sobre el documento que el exministro de Economía Pedro Solbes asegura que le envió en enero de 2008, ha rechazado "polemizar". "No quiero polemizar con él, ni con nadie que haya estado en mi equipo. Sólo diré que tenemos memorias muy distintas de las fechas y de los papeles", ha aseverado.

En cuanto a la gestión de las cajas en los últimos años, Zapatero ha señalado que nunca ha estado en su "proceso de reflexión" este asunto, porque el Gobierno no decidía quién gestionaba o presidía una entidad financiera. En esta misma línea, ha negado colaborar en el nombramiento de Rodrigo Rato como presidente de Caja Madrid.

Por último, ha defendido al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su labor al frente del partido socialista. "Nadie duda de sus cualidades políticas y cuando tenía la iniciativa era muy consciente de cuál era el sentimiento mayoritario del partido y, sin duda, era favorable a Alfredo Pérez Rubalcaba", ha concluido.