El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido hoy en Murcia al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "si quiere regenerar la vida democrática española, empiece por limpiar su casa, donde tiene mucho que limpiar".

En una denominada asamblea abierta anunciada en banderas sin el puño y la rosa ni el nombre del PSOE, pero con el tono de rojo de su logotipo, Sánchez ha respondido a las preguntas sobre distintos asuntos formuladas por algunos de los 500 asistentes al acto.

El asunto al que ha dedicado más tiempo ha sido a la corrupción, exigiendo a Rajoy que expulse a los militantes que usaron las tarjetas opacas de Caja Madrid y que, "en lugar de dar la callada por respuesta, explique qué hacen dos exsecretarios generales de su partido como Ángel Acebes y Francisco Álvarez-Cascos imputados por la presunta financiación irregular del partido con la trama Gürtel.

"Rajoy gobierna para el 10 % de la población, la elite económica, pues mientras 3 millones de personas no tienen ningún ingreso en su hogar, ha recortado 4.000 millones de euros en prestaciones por desempleo que con la reforma fiscal le regala a las grandes empresas, a los que menos lo necesitan", ha afirmado.

Sobre esa reforma y después de entonar un "mea culpa" por que su partido no la hiciera en sus años de Gobierno, ha detallado que en tanto 4.862 contribuyentes que ingresan más de 600.000 euros al año tendrán una rebaja media de 72.000 euros, 8 millones de españoles solo se ahorrarán 52 por cabeza.

Ha propuesto crear 2.000 nuevas plazas de inspectores fiscales para la lucha contra el gran fraude tras la "vergonzante amnistía fiscal para el blanqueo" y eliminar las tasas judiciales.

También ha prometido si alcanza el poder acabar con las "puertas giratorias", limitar la financiación privada de los partidos políticos y a dos las legislaturas del presidente de Gobierno y reducir la cifra de aforados ante los tribunales.

En su partido no les va "a temblar el pulso para echar a los corruptos", contra los que Sánchez establecerá "una lucha sin cuartel e implacable", así que "cuando alguien intente manchar el nombre del PSOE, ya sabe dónde tiene la puerta".

Por otro lado, ha abundado sobre la educación conectándola con su propuesta de reindustrializar España, al denunciar que el 11 % de los que quieren estudiar formación profesional no puede hacerlo por falta de plazas y proponer que nadie se quede sin cursar estos estudios, que podrían hacerse también a distancia y cuyas nuevas plazas deberían vincularse con la cualificación para la industria.

Ha basado su pacto educativo en las tres E, "estabilidad, equidad y excelencia" y en un incremento del presupuesto de 3 al 7 % para convertir a España en líder de la Unión Europea en este capítulo tras denunciar el aumento del número de alumnos por clase y el recorte de los profesores de refuerzo de la nueva Lomce "mientras se rescatan bancos y constructoras de autopistas".

En otro orden de cosas, ha anunciado una próxima visita a América Latina y, con él en La Moncloa, un Ministerio de Igualdad, la rebaja del IVA cultural del 21 al 5 %, la vuelta al 15 % en la retención de los trabajadores autónomos, a las primas a la inversión en energías renovables y a la cotización a la Seguridad Social de los cuidadores de personas dependientes.

Ha criticado al Gobierno por exigir a los 8.116 ayuntamientos españoles un recorte conjunto de 5.000 millones de euros, de los que 3.716 son "para lo que el PP denomina gastos impropios, al no considerar competencia municipal la atención a los mayores y la creación y el mantenimiento de guarderías y comedores escolares".

Por último, se ha declarado partidario de reestructurar la deuda privada de las familias y los autónomos que en circunstancias extremas corran el riesgo de perder su casa o su negocio, "como se ha hecho en Islandia, Estados Unidos o Alemania".