Cada año los Equipos contra el Crimen Organizado (ECO), la elite de la Guardia Civil en la lucha contra esta delincuencia, "noquean" a unas 35 organizaciones criminales, cada vez más complejas, especializadas e itinerantes y que se sustentan en el tráfico de drogas, de vehículos, en la trata y en los robos.

"El crimen organizado no está más implantado en España que en otros países como Italia, Francia u otros países de Centroeuropa", dice a Efe el comandante Reina, jefe de Operaciones del departamento de Delincuencia Organizada y Equipos contra el Crimen Organizado del instituto armado.

Sin embargo, su posición geográfica hace que sea puerta de entrada a Europa de la droga procedente de Latinoamérica y el norte de África, si bien esto no hace de España un país más peligroso que otros de su entorno respecto a la criminalidad organizada, "contagiada" también por la globalización y cada vez más nómada.

De hecho, subraya el comandante, los investigadores han observado una nueva "tendencia" de crimen organizado "itinerante" que va "fluctuando" por toda Europa, lo que obliga a los grupos policiales como los ECO a colaborar continuamente en investigaciones conjuntas con otros países.

No obstante, la Guardia Civil, consciente del cierto "arraigo" en España de grupos criminales, decidió crear en 2005 los ECO, distribuidos territorialmente y de forma estratégica en cinco equipos ubicados en Pontevedra, Alicante, Mallorca, Málaga y Canarias (en este último caso repartidos en Las Palmas y en Tenerife).

Apoyados por dos grupos centrales con sede en Madrid (el de delincuencia organizada y el de delincuencia contra el automóvil), entre 120 y 130 agentes muy especializados conforman los ECO, que cada año abren alrededor de 35 investigaciones propias, arduas y largas y, en un altísimo porcentaje, exitosas, según el comandante.

Romper las estructuras de esas organizaciones es el objetivo prioritario del trabajo de los ECO.

"No importa tanto la droga que se coja como demostrar al juez que detrás de esa cantidad hay una organización a la que hemos roto su estructura", insiste este mando de la Guardia Civil, quien recuerda que una inmensa mayoría de los detenidos por los ECO son condenados a penas altas, con el plus de ocho años de cárcel que conlleva pertenecer a un grupo criminal organizado.

La especializada labor de los ECO les ha permitido dejar fuera de juego entre 2013 y lo que llevamos de año a 78 organizaciones criminales, cerca de la mitad de ellas dedicadas al narcotráfico, en tanto que el resto se reparte entre los robos a gran escala (21), el tráfico ilícito de vehículos, la trata de seres humanos y el blanqueo de capitales.

Unas operaciones en las que los agentes han detenido a 781 personas e imputado a otras 80, han esclarecido 375 robos y han intervenido más de 4 toneladas de cocaína y casi 14,5 toneladas de hachís, entre otras sustancias estupefacientes.

Y como resultado de esas investigaciones, los ECO se han incautado de 6,5 millones de euros en efectivo, casi 450 vehículos, 20 embarcaciones rígidas y semirrígidas, 32 armas cortas y largas y 85 inmuebles.

Por regla general, las organizaciones criminales centran su actividad en una sola modalidad delictiva, aunque en el caso de las que se dedican a la trata de seres humanos, algunas de ellas la "diversifican" y se introducen también en el narcotráfico.

Miembros de diversas nacionalidades se reparten la tarta del crimen organizado. Así, el narcotráfico está controlado por latinoamericanos, norteafricanos y españoles y España sigue siendo una de las puertas de entrada de la droga, tanto por Galicia (cocaína) como por el sur.

En cualquier caso, las rutas del narcotráfico también están cambiando y, por ejemplo, mucha cocaína entra ahora por los países centroafricanos con destino a Holanda y aprovechan las "estructuras" del hachís. Lo que no quiere decir, añade el comandante, que las abiertas por Galicia vayan a desaparecer.

Los grupos dedicados a delitos contra el patrimonio, con robos a gran escala en bancos o inmuebles, están controlados fundamentalmente por ciudadanos de los Balcanes, como albano-kosovares y serbios, en tanto que en el tráfico ilícito de vehículos son los búlgaros y rumanos los más "especializados".

Desde África, sobre todo de Senegal, Sudamérica y los países del Este llegan las víctimas de las organizaciones de trata que persiguen los ECO, que han detectado asimismo un "auge" de la trata de mujeres chinas controladas por redes de esa nacionalidad.

Reconoce el comandante que las herramientas para perseguir el crimen organizado en España "no son malas", pero cree que pueden mejorarse y que la legislación debe ir actualizándose continuamente para adaptarse a las técnicas policiales que se hacen necesarias para enfrentarse a los "malos", que muchas veces "van por delante".

Incluso se atreve a proponer una mayor flexibilidad en algunas normas, como en los plazos para intervenir los teléfonos, lo que también facilitaría la lucha contra el crimen organizado, o en la regulación del agente encubierto, actualmente "muy rígida".