El juez central del Menores de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha decretado hoy el ingreso en un centro de reforma en régimen cerrado durante seis meses para el menor detenido el miércoles en Cataluña junto a otros diez supuestos yihadistas por integración en organización terrorista.

Según han informado fuentes jurídicas, Castro ha decidido el ingreso en un centro de internamiento para el menor de 17 años a instancias de la fiscal de menores de la Audiencia Nacional, Blanca Rodríguez, tras tomarle esta mañana declaración en la sede del Juzgado Central de Menores en la calle Luis Cabrera, de Madrid.

Los diez mayores de edad detenidos en la llamada operación Caronte comparecen también hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, y, según fuentes jurídicas consultadas por Efe, la fiscal Dolores Delgado habría pedido la puesta en libertad de la única mujer arrestada.

En esta operación, desarrollada por los Mossos D'Esquadra, les fueron intervenidas en sus móviles fotografías de instituciones públicas de Barcelona, entre ellas del cuartel de la Guardia Civil de Sant Andreu De La Barca.

Además les habrían sido intervenidas una granada y munición, según han confirmado hoy a Efe fuentes jurídicas.

Los diez detenidos son cinco ciudadanos españoles -cuatro convertidos al Islám, uno de ellos el presunto cabecilla-, cinco marroquíes y un paraguayo -también convertido-.

Los once formaban supuestamente una célula yihadista que tenía la "voluntad explícita" de atentar en Cataluña, aunque no suponía ningún peligro porque estaba controlada desde hace trece meses, según informó la Generalitat catalana a raíz de las detenciones.

Cabe la posibilidad de que algunos de esos objetivos hubieran sido edificios públicos que los yihadistas habían vigilado previamente, tal y como apuntan las fotografías intervenidas por los Mossos d'Esquadra durante la operación practicada ayer en las poblaciones barcelonesas de Terrassa, Sabadell, Barcelona y Sant Quirze del Vallès y en Valls (Tarragona).

El conseller catalán de Interior, Ramon Espadaler, aseguró que se trataba de una célula "operativa, con voluntad contrastada de atentar en Cataluña", que también se dedicaba a captar a jóvenes para radicalizarlos en el yihadismo, así como a enviarlos a combatir con el Estado Islámico en Siria e Irak.

El conseller precisó que la voluntad "contrastada" y "explícita" de los detenidos de cometer un atentado no era una "amenaza genérica", sino que se había acreditado, previamente a la operación, su intención de perpetrar "acciones concretas", que podrían corresponder a esos edificios.

La célula, que se da por desarticulada, sería también responsable de haber enviado en diciembre pasado a combatir a Siria a tres jóvenes, que permanecen en prisión tras ser detenidos cuando se encontraban en Bulgaria, de camino a Siria, vía Turquía.

El grupo también había logrado enviar a Irak a otro combatiente, que está incorporado en las filas del Estado Islámico-DAESH.