La ganadora de las elecciones municipales de Barcelona, Ada Colau (BComú), ha afirmado que su ronda de contactos con todas las demás candidaturas empezará este lunes: "Para buscar acuerdos, priorizaremos encontrarnos con ERC, el PSC, la CUP".

En rueda de prensa al día siguiente de ganar los comicios con 11 concejales --sin mayoría absoluta--, ha dicho que su propia candidatura es la prueba de que sabe unir fuerzas distintas y pactar.

Sí ha descartado pactos de gobierno con CiU, PP y C's, por la diferencias de modelo, aunque puede haber futuros acuerdos puntuales. Ha dicho que, en las llamadas de otros candidatos para felicitarla, no ha advertido que contemplaran otra posibilidad que ella como alcaldesa.

También ha destacado que, mientras habla con los partidos, se empezará a reunir desde este mismo lunes con agentes sociales y económicos para que sean coprotagonistas del nuevo mandato, y ha citado como ejemplos a FAVB, sindicatos, Pimec y ANC, entre otros: "El modelo de ciudad será de éxito si hacemos copartícipes a la ciudadanía".

Lo que empezó como un "run run" culminó en un terremoto que ha sacudido los cimientos del Ayuntamiento de Barcelona y la Plaza de Sant Jaume, corazón de la política catalana. Ada Colau, la activista defensora de los desahuciados por la hipoteca, se perfila como la primera alcaldesa en la Ciudad Condal.

El "terremoto Colau" podría ampliar su radio de acción al otro lado de la Plaza de Sant Jaume, concretamente en el Palau de la Generalitat, donde el president Artur Mas ya admitió anoche su "preocupación" por la pérdida de Barcelona, un baluarte que CiU deseaba conservar como motor del proceso soberanista.

Aunque Mas puso ayer énfasis en la victoria de CiU en votos a nivel general en Cataluña, la federación ha perdido más de cien mil votos respecto a 2011 a sólo cuatro meses de las próximas elecciones catalanas, anunciadas para el 27 de septiembre.

A medida que anoche se iban escrutando los resultados, las probabilidades de victoria de Colau con Barcelona en Comú (BComú) ya no sólo eran un efecto demoscópico -el CIS pronosticó que ganaría- sino un ajuste en toda regla del bipartidismo sostenido en los últimos treinta años en Barcelona entre PSC y CiU.

Y es que Colau, que fue la cara visible de la PAH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas) y que empezó la campaña con un refrescante vídeo en el que anunciaba un "run run" a ritmo de rumba, se ha acabado convirtiendo en la abanderada de esta sacudida del estatus quo de los partidos tradicionales en Barcelona.

Pocos podían imaginar hace un año, cuando Colau dejó la portavocía estatal de la PHA con una carta a sus simpatizantes asegurando que "seré activista de la PAH hasta que me muera y más allá", que esta barcelonesa de 41 años lograría ganar al convergente Xavier Trias.

Habría que recuperar aquella carta de despedida de la PAH y releerla. La mayoría de los medios subrayaron una frase, la que decía: "Para evitar especulaciones quiero aclarar lo que ya he dicho muchas veces: no voy a "fichar" por ningún partido político (...)".

Pero hubiera sido más certero detenerse unas líneas más abajo: "Creo que el actual sistema de partidos forma parte del problema, y por ello descarto el fichaje individual". Como ciudadana, estaré encantada de apoyar y participar de procesos amplios que planteen un cambio real en las formas de hacer política".

Y por ahí Colau inventó su propio espacio, una plataforma ciudadana que aglutina simpatizantes y activistas de diversas reivindicaciones ciudadanas y que tiene como referentes a Podemos e ICV-EUiA, formación que durante décadas participó en gobiernos socialistas de Barcelona, pero también a Equo o a Procés Constituent, un movimiento favorable al independentismo.

En un año han cambiado muchas cosas en la política catalana. Si hace doce meses el foco se posaba permanentemente en el pulso soberanista, este 24M ha certificado la irrupción de una nueva fuerza alejada de la tradicional fórmula de partidos políticos, una plataforma ciudadana nacida prácticamente ayer.