Felipe VI cumple un año de reinado marcado por los intentos de alejarse de la sombra de su padre. Los últimos doce meses del rey pueden resumirse con la premisa "una monarquía renovada para un tiempo nuevo" con la que terminó su discurso en la proclamación.

Los cambios que Felipe VI ha llevado a cabo en el último año parecen haber limpiado levemente la imagen de la monarquía entre los españoles. En el último barómetro del CIS la realeza seguía suspendiendo, pero subía casi un punto con respecto al año anterior.

Aunque la relación con su hermana la Infanta Cristina, imputada en el Caso Nóos, ha sido problema común tanto para Felipe VI como para su padre Don Juan Carlos, son muchas otras las claves que han copado el primer reinado del monarca.

Una monarquía más transparente

El avance en la transparencia de la monarquía comenzó cuando Felipe VI publicó las cuentas y los sueldos de los miembros de la Familia Real. Desde finales de 2014 la Casa Real dio a conocer las retribuciones de sus altos cargos, contratos, convenios suscritos y la ejecución de sus presupuestos.

El nuevo rey se ha bajado además el sueldo un 20%, hasta los 234.204 euros anuales. Por otra parte, su padre cobraría un 80% de esa cantidad, 187.356 euros, una cifra superior a la de la Reina Letizia, que se queda en 128.808 euros.

Felipe VI un régimen que prohíbe a los miembros de la Familia Real aceptar regalos puedan "comprometer la dignidad" de sus funciones institucionales ni "favores o servicios en condiciones ventajosas".

Otra de las medidas adoptadas por el Rey es la creación de un nuevo código de conducta por el cual los trabajadores y altos cargos de la Casa Real deben actuar con honradez y abstenerse de invertir en negocios que supongan un conflicto de intereses con sus obligaciones.

Adiós a los símbolos más tradicionales

Uno de los cambios más radicales del reinado de Felipe VI se aprecia en el trato a la religión. El monarca estrenó su reinado sin misas ni crucifijos. Gracias al nuevo Rey, los ministros y altos cargos pueden jurar el acatamiento de la Constitución si la presencia del crucifijo y la Biblia, aunque de momento ninguno de ellos se ha acogido a esta posibilidad.

Otro cambio del reinado de Felipe VI dentro de los símbolos españoles más tradicionales es que la Reina Letizia no usa la tradicional mantilla en los actos militares que preside, tal y como lo hacía la Reina Sofía.

La bandera española también ha sufrido algunos cambios. Felipe VI suprimió la ceremonia de izado y arriado de la enseña nacional que ondea en las afueras de la Zarzuela. En su lugar, una bandera española ondea de forma permanente en un lugar destacado en los jardines del palacio.

Cambios prácticos en el protocolo y la conducta

Las formas también han cambiado en el último año de la monarquía española. La entrada del Rey ya no se anuncia con toda la pompa. Aunque no haya ningún acuerdo expreso, el talante más cercano de don Felipe y doña Letizia está haciendo que desaparezcan las reverencias que los invitados tradicionalmente hacían al saludar a los Reyes.

Los Reyes, salvo contadas excepciones, ya no se sientan en los actos públicos en un escenario enfrente de los invitados, sino que lo hacen en la primera fila junto al resto de asistentes.

El discurso de Felipe VI también ha cambiado en las formas. Mientras que el lenguaje de don Juan Carlos era más agresivo, el del nuevo monarca es más moderno y conciliador. Por ejemplo, en el tema de la soberanía catalana el rey Juan Carlos abogaba por una "España unida". Por su parte Felipe VI utiliza un lenguaje más sutil para hablar del mismo tema: "lo que nos une".

Una monarquía más abierta

Con el nuevo reinado los colectivos gais entraron por primera vez en el palacio de la Zarzuela. Esta visita, la primera que los Reyes recibieron tras su proclamación, dejó claro que el reinado de Felipe VI aboga por una mayor apertura de la Casa Real a la sociedad civil. En el último año el monarca ha repetido almuerzos con numerosos emprendedores, jóvenes artistas, activistas y deportistas.

Esta apertura a la sociedad también se ha dejado entrever en las redes sociales. Desde la proclamación de Felipe VI la Casa Real se ha vuelto más activa en Twitter y ha conseguido aumentar considerablemente su número de seguidores.

Golpe de autoridad a la Infanta Cristina

Uno de los cambios monárquicos por los que será recordado este último año ha sido el golpe de autoridad que Felipe VI ha dado a la Infanta Cristina. El Rey, pocos días antes de cumplir un año como Jefe del Estado, sorprendía a todos al revocar a su hermana el título de duquesa de Palma de Mallorca. Y es que la Infanta Cristina ha sido un problema común en los últimos años de la monarquía española, pero con una ligera diferencia: en el reinado de don Juan Carlos fue imputada y en el de Felipe VI será juzgada.