El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha abierto este sábado su carrera para repetir cuatro años en la Moncloa reclamando una mayoría "grande" y "generosa" para el PP que permita evitar la "aventura" que supondrían las alianzas de la izquierda y prometiendo más democracia interna en el seno de su organización.

Además, aunque ha negado apelar al voto del miedo, Rajoy ha puesto de ejemplo la difícil situación en Grecia para advertir de que Podemos defiende los postulados de Syriza y el PSOE está dispuesto a respaldarlos con su apoyo al partido de Pablo Iglesias.

El jefe del Ejecutivo ha clausurado la conferencia política del PP, con la que su partido ha sentado las bases para elaborar su programa electoral, con un discurso en el que ha advertido de que los demás partidos quieren gobernar para "anularlo todo" y derogar las reformas que han servido para que España haya vuelto a la recuperación.

Por eso ha llamado a los suyos para conseguir en las próximas elecciones generales -que sin especificar fecha ha insistido en que serán antes de que acabe el año- una mayoría "grande" y "generosa", porque si no, ha advertido, "cualquiera" de las demás alternativas "buscará y encontrará" alianzas para impedirles gobernar.

Ha admitido que esta cita con las urnas va a ser mucho más complicada que en 2011 y exigirá de los populares "más habilidad, más convencimiento y más persuasión", pero ha insistido en que a su partido le avalan los resultados económicos, que hay que recordar.

"No hay que irse muy lejos para ver lo fácil que puede resultar arruinar una recuperación en marcha", ha señalado refiriéndose a Grecia antes de plantear si lo que ocurre en el país heleno es el cambio que quieren los nuevos partidos de extrema izquierda en España.

Y también se ha preguntado si "ese es el cambio que van a patrocinar y amparar los socialistas como han hecho en tantos ayuntamientos y comunidades autónomas de España" apoyando a Podemos.

A su juicio, tanto los socialistas como Podemos deberían estar "abochornados" ante lo que está ocurriendo en Grecia, "unos (el partido de Pablo Iglesias) por defender las políticas que han llevado a la situación actual de ese país, y otros (el PSOE) por legitimarlas con su apoyo".

En esta cita en la que se ha debatido tanto sobre mejorar la democracia interna del PP, Rajoy ha prometido que habrá cambios en ese sentido para dar "más protagonismo" a los afiliados, pero su partido los hará "con orden y eficacia" y el modelo que aplique no se parecerá a las primarias de "broma" que hacen los demás.

"Cambiaremos lo que haya que cambiar, como siempre lo hemos hecho, pero cuando abordemos los cambios los llevaremos a la práctica para cumplirlos, no para descafeinarlos", ha asegurado.

Y ha añadido que "todos presumen de primarias" en otros partidos, pero "sólo se ven remedos de plebiscitos" y mientras unos las anulan, otros hacen listas únicas y otros ponen "tantas trabas" que al final solo tienen un candidato.

"¿Qué broma es esta?", se ha preguntado Rajoy, quien ha advertido de que los populares no aceptan "ni una" lección de los demás sobre este asunto.

El jefe del Ejecutivo, que también ha criticado a los socialistas por "envolverse" en "la bandera de España" para que se les reconozca, para "simular otras carencias" o para "disimular otras banderas", no se ha olvidado en esta ocasión de criticar a Ciudadanos.

Así, tras señalar que a los "recién llegados" aún les "envuelve la niebla" y apuntar que de unos -Podemos- conoce los "modelos en los que se inspira", ha añadido que de otros no sabe ni siquiera eso.

Y ha recurrido a Antonio Machado para sugerir que lo único que ofrece el partido de Albert Rivera son unos mundos "sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón".

Rajoy ha iniciado su discurso de clausura con un recuerdo a Miguel Ángel Blanco cuando se cumplen dieciocho años de su secuestro y asesinato a manos de ETA, y después de proyectarse un vídeo mostrando cómo se vivieron aquellos días, que ha provocado el cerrado aplauso de los asistentes y las lágrimas de la hermana del concejal, Marimar.

Antes, los vicesecretarios de Comunicación, Pablo Casado, y de Estudios y Programas, Andrea Levy, han presentado las conclusiones en las que el PP asume ya el compromiso de "una persona un voto" para "impulsar la elección directa" de sus dirigentes, como ha explicado Casado.

También recogen los populares la promesa de limitar mandatos y el número de cargos que pueda ostentar un miembro del PP -uno institucional y otro orgánico-, así como su propuesta de reforma electoral para "garantizar que gobiernen los ganadores y no la suma de perdedores".