Uxue Barkos, de Geroa Bai, ha afirmado este martes, al tomar posesión de su cargo como presidenta de Navarra, que se abre "un nuevo tiempo", una "oportunidad histórica para convivir en paz" en una tierra de "pluralidad" por "decisión de la soberanía ciudadana".

Desde la primera fila en el atrio del Parlamento de Navarra ha escuchado su intervención la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que ha asistido en representación del Gobierno central, y junto a ella la presidenta saliente de la comunidad, la regionalista Yolanda Barcina, y la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, entre otras autoridades.

La ya presidenta ha querido dedicar sus primeras palabras a las víctimas del franquismo y sus familias, a quienes apostaron por las ikastolas, a los que edificaron los derechos laborales que ahora se están "derrumbando" y a cuantos defendieron "la libertad y el progreso con la generosidad de la convivencia y renunciando al uso de cualquier tipo de violencia para imponer sus ideas".

"Ahora nos toca devolver", ha dicho con un recuerdo especial a su padre ya fallecido, y ha asegurado que defenderá la solidaridad, el respeto a las opiniones contrarias y la dignidad de la política con compromiso ético y actitudes ejemplarizantes, al tiempo que ha advertido de que no aceptará "ataques infundados contra la honorabilidad" de los políticos.

De la misma manera ha asegurado al Gobierno central que en el suyo serán "negociadores incansables en la defensa de los derechos históricos" de Navarra, comunidad cuya presidencia asume con un posicionamiento abertzale que "no coincide mayoritariamente" con el de la ciudadanía, a la que en todo caso corresponde "decidir su destino sin presiones de ningún tipo ni dependencias externas".

Se trata de "hacer posible un cambio profundo, sostenible, sensato e integrador que debe concitar a todos los agentes sociales", ha comentado Uxue Barkos, quien ha señalado que asume el reto "cargada de fuerza e ilusión" y "llena de deseos".

Y entre estos ha citado erradicar la pobreza y la discriminación, crear empleo de calidad, hacer que todos los navarros sientan el euskera como "su lengua", ampliar el autogobierno y que los navarros "decidan su destino libre y pacíficamente".

Unos prolongados aplausos han cerrado la intervención, que ha estado precedida por el discurso de la presidenta del Parlamento foral, Ainhoa Aznarez, de Podemos, quien ha apostado por la equidad, la cohesión, la igualdad y el interés social, y ha invitado a Uxue Barkos a trabajar "codo con codo" para hacer que los "ambiciosos cambios sean duraderos", con especial interés en la participación de la ciudadanía en la política.

El acto ha comenzado con el himno de Navarra, la lectura del real decreto de nombramiento de Barkos y la promesa de ésta en euskera y castellano de "respetar, mantener y mejorar el régimen foral de Navarra, acatar la Constitución y las leyes, y cumplir fielmente las obligaciones" de su cargo.

A su término, en declaraciones a los periodistas, la ministra García Tejerina ha pedido al nuevo Ejecutivo navarro "lealtad institucional", y "respeto a las normas establecidas, fundamentalmente a la Constitución", punto en el que ha indicado que "sorprende" que una persona propuesta por EH Bildu sea nombrada consejera de Justicia e Interior.

La expresidenta Yolanda Barcina, por su parte, ha indicado que "lo importante de un Gobierno" son "los hechos", y la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, ha lamentado también el nombramiento de la consejera María José Beaumont.

Mientras, la aludida ha pedido que se le juzgue por sus actos, ha negado tener militancia política ni encomienda distinta del acuerdo programático del Gobierno, y ha subrayado su "compromiso" con "los derechos humanos para todas las personas", incluido el derecho a la dignidad que en su caso ha sido "vapuleado y pisoteado", ha dicho.