Un tren AVE español que cubría el trayecto Marsella-Barcelona-Madrid con 306 pasajeros a bordo tuvo que ser evacuado este domingo a la altura de la localidad francesa de Lunel, cerca de Montpellier, después de que se originara un incendio en la locomotora de la parte trasera, por causas aún no aclaradas.

Según informaron a Efe fuentes de la compañía ferroviaria francesa SNCF, el tren comunicó el problema a unos 200 metros de la estación, hacia las 09.30 horas, y los 306 pasajeros fueron evacuados del convoy.

Algunos viajeros tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias médicas de heridas superficiales en las manos, que se causaron ellos mismos al romper algunas ventanas para intentar salir, sin esperar a la apertura de las puertas, pero ninguno requirió hospitalización, según la fuente informante.

La SNCF interrumpió el tráfico en la zona en los dos sentidos de la marcha para permitir la actuación de los bomberos y lo reanudó a las 11.00 horas.

Los pasajeros fueron trasladados en un primer momento al Ayuntamiento de la localidad francesa, desde donde se les condujo en autobús hasta la vecina Montpellier.

Las fuentes de la SNCF indicaron que el fuego solo afectó a la última locomotora y que se desconoce las razones que lo desencadenaron, cuya investigación, añadieron, depende de la compañía española Renfe, como propietaria de ese tren.

La SNCF puso a disposición de los pasajeros afectados por el incidente un TGV que les ha llevado hasta Figueras (Gerona), donde el AVE incendiado debía hacer su primera parada comercial y donde han descendido una veintena de viajeros.

El resto de pasajeros continuó su viaje en otro tren de alta velocidad español, que ha llegado a la estación de Barcelona-Sants a las 18:15 horas, ha informado la compañía Renfe.

"Ha habido bastante pánico"

Tras descender del AVE en la estación barcelonesa, varios pasajeros explicaron, en declaraciones a los periodistas, que en los dos últimos vagones del convoy, los más cercanos al fuego, no se podían abrir las puertas y que algunos viajeros sintieron pánico y optaron por romper los cristales de las ventanas para poder salir.

Andrés García Martínez ha indicado que "la gente estaba un poco agobiada, al ver la humareda negra" y que "ha habido bastante pánico" mientras Piero, un viajero italiano, ha coincidido en que se han dado situaciones de "pánico, de miedo" hasta que se han abierto las puertas del vagón.

Otra viajera, Pilar Sopeña, ha añadido que la situación ha sido "caótica": "No podíamos salir y no sabíamos nada de lo que sucedía, ni siquiera las azafatas del tren", y otra viajera, de nombre Leyre, ha señalado que se oía un pitido de alarma, pero que no tenían información sobre lo que estaba pasando.

Al abrirse las puertas del AVE, los pasajeros han recorrido a pie, por las vías, la distancia que les separaba de la cercana estación de Lunel.

Precisamente, de la estación barcelonesa de Sants, ha salido a las 18.30 horas de este domingo otro AVE, que tenía previsto llegar a Madrid sobre las 21.45 horas, para los pasajeros con destino Camp de Tarragona, Zaragoza y la capital de España.

En la estación de Camp de Tarragona se preveía que bajasen siete viajeros, en Zaragoza una decena, y en Madrid otros 56 usuarios.