El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha pedido a la justicia francesa que entregue temporalmente a España al etarra Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe para investigar su presunta implicación en la muerte en 2001 del senador Manuel Giménez Abad, después de que su hijo Borja lo identificara como su asesino.

Según han informado fuentes jurídicas, el juez Moreno emitió el pasado lunes una orden europea de detención y entrega para que las autoridades francesas trasladen temporalmente al etarra, que cumple cadena perpetua en el país galo, con el objetivo realizar una serie de diligencias, todo ello a petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Estas diligencias son la comparecencia del etarra en la Audiencia Nacional para que de su versión sobre su participación en el asesinato del senador del PP, que se someta a una rueda de reconocimiento ante el hijo de la víctima, que presenció el crimen, y que se admita como prueba que lo haya reconocido en una foto como el presunto asesino de su padre.

Moreno ha tomado esta decisión en sus funciones de juez de guardia, pero será su compañero Santiago Pedraz quien le interrogue, algo que no ocurrirá hasta septiembre, ya que el magistrado se encuentra de vacaciones.

Giménez Abad, que era presidente del PP de Aragón, fue asesinado por dos miembros de ETA en Zaragoza el 6 de mayo de 2001, cuando paseaba con su hijo Borja, que entonces tenía 16 años, en dirección al campo de fútbol de La Romareda para ver un partido del Real Zaragoza.

La Fiscalía basó la petición al juez de reabrir el caso y de que se traslade al etarra a España en la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre los reconocimientos fotográficos.

En concreto, la Fiscalía apoya su reclamación en la sentencia del Supremo que en diciembre del año pasado anuló la absolución del etarra Beñat Aguinagalde del asesinato del concejal socialista Isaías Carrasco en Mondragón (Guipúzcoa) en marzo de 2008 y ordenó volver a juzgarle.

El Supremo tomó esta decisión porque se excluyó de manera inmotivada como prueba de cargo la identificación fotográfica que hizo un testigo del acusado.

En la sentencia, se reconocía la admisión como prueba de un reconocimiento fotográfico cuando no hay dudas de él, se ratifica delante del juez y hay otros elementos que permiten pensar que el autor del crimen podría ser esa persona, como es este caso, ya que en el momento del asesinato Carrera Sarobe era un miembro liberado de la banda y se sabe que estaba en España.