La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha explicado este jueves que visitará en las próximas semanas junto a un equipo técnico y representación política zonas de tránsito y municipios europeos que ya han recibido refugiados sirios para conocer de primera mano las experiencias.

Lo ha anunciado en rueda de prensa, acompañado de Ignasi Calbó, que ha sido nombrado coordinador del plan de Ciudad Refugio de Barcelona, el programa que desarrollará para acoger e integrar a las personas refugiadas, y ha afirmado que el objetivo del desplazamiento es "aprender de las experiencias".

Colau ha explicado que el Ayuntamiento ya está en "contacto directo" con la isla griega de Lesbos y ciudades como París y Lampedusa, y que en este viaje también planea visitar Alemania, uno de los países que más refugiados recibe.

Comportamiento "vergonzoso" de los estados

La alcaldesa también ha anunciado que plantea destinar 10 millones a políticas de acogida, y ha cargado contra la actitud, a su juicio, "vergonzosa" de los estados europeos que no están a la altura de las circunstancias ante la tragedia humanitaria.

Ha asegurado que la actitud de los estados europeos, incluido el español, no solo no hacen frente a sus obligaciones sino que complican las soluciones y provocan más dolor: "Me avergüenzo de este Estado que no está a la altura de las circunstancias".

Ha afirmado que Europa tiene que decidir entre ser "un lugar de esperanza y territorio de derechos humanos o definitivamente quiere bunkerizarse en un espacio inhumano".

Ha asegurado que ante la actitud de los Estados, las ciudades han dado un paso adelante, y ha explicado que el plan de Ciudad Refugio que impulsa Barcelona quiere ser un proyecto de ciudad, hacer incidencia en el ámbito estatal y europeo y reforzar la red municipalista.

Barcelona, preparada

Colau ha remarcado que Barcelona está preparada para recibir refugiados y que contempla varios escenarios, ya sean 2.000 o 4.000 hasta que se defina la cifra que atenderá, así como ha planteado que la ciudad sea un 'hub' de entrada para luego derivarse a otras ciudades catalanas.

Ha afirmado que el Servicio de Atención a Inmigrantes, Extranjeros y Refugiados (Saier) de Barcelona ha recibido hasta el 31 de agosto más de 1.000 peticiones de asilo, por las 815 que recibió en todo 2014, por lo que ha pedido al Estado que agilice los trámites para solicitar asilo y amplíe las plazas.

La alcaldesa ha asegurado que la respuesta a la situación no tiene que ser coyuntural, sino que también se tiene que trabajar la integración: "No queremos que Barcelona sea ciudad de asistencia, sino de derechos".

Ha vuelto a agradecer la colaboración e interés de los barceloneses --el correo centralizado ha recibido casi 3.000 mails--, y ha dejado claro que no se prevé que casas familiares sean el "primer alojamiento" de los refugiados, ya que así lo aconsejan los expertos, pero sí ha abogado por que pisos vacíos de particulares se puedan sumar a la red de emergencia.