El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha despedido este martes del pleno del Parlamento Europeo, tras quince meses como eurodiputado, con un discurso crítico con todos los grupos mayoritarios en la Eurocámara pidiendo a sus representantes que "no sigan destruyendo la dignidad de Europa".

"Vuelvo a mi país para que no haya, para que no siga habiendo en España, gente como ustedes en el Gobierno. Pero quiero pedirles algo antes de marcharme, cambien su política", ha dicho Iglesias en su última intervención tras quince meses como eurodiputado.

Lo ha hecho en un debate sobre la gestión de la Unión Europea de la crisis de los refugiados en el que también ha participado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a quién ha acusado de "favorecer el fraude fiscal" y negociar en secreto ventajas para las multinacionales cuando estuvo al frente del Gobierno luxemburgués.

Iglesias también ha tenido duras palabras para el líder de los Liberales (ALDE), Guy Verhofstadt, por permitir políticas en materia exterior "que estamos pagando y que tienen que ver con la miseria de millones de familias a las puertas de Europa".

"Maldita gran coalición"

A los jefes del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, y de los Socialistas y Demócratas (S&D), Gianni Pittella, ha afeado que hayan participado de una "maldita gran coalición".

"Aprendan a respetar la democracia, aprenda que a veces los ciudadanos votan cosas distintas de lo que representan ustedes", ha dirigido Iglesias contra el líder de los 'populares' europeos. Weber, en una intervención anterior, alertó de las consecuencias de que Portugal pudiera optar por un Gobierno de izquierdas.

Iglesias ha querido recordar su primera intervención ante el pleno de la Eurocámara, que se reúne mensualmente en Estrasburgo (Francia), en la que dijo aspirar a "una Europa diferente, que fuera un poco menos dura con los débiles y un menos complaciente con los poderosos".

"Por desgracia esta afirmación, 15 meses después, sigue estando vigente", ha lamentado, para censurar los eslóganes xenófobos de algunos eurodiputados y las "lágrimas de cocodrilo" de otros cuando se discute sobre la situación de los refugiados que buscan protección en la Unión Europea.

Sobre la respuesta de la UE a la llegada masiva de demandantes de asilo, Pablo Iglesias ha reclamado a los líderes europeos y sus instituciones que cesen de responder con "alambradas". "Humillar a esa gente es humillar a Europa", ha advertido, para reclamar una política europea "responsable".

"Dejen de jugar al ajedrez con los pueblos del Mediterráneo (..). No sigan destruyendo la dignidad de Europa, señores", ha concluido.