Los tres bomberos sevillanos que han sido detenidos en Lesbos por la Guardia Costera Griega cuando desempeñaban como voluntarios de la asociación PROEM-AID tareas de rescate de refugiados, han sido acusados de un delito de tráfico ilegal de personas por la Fiscalía griega y puestos a disposición judicial.

La detención se produjo este jueves por la mañana, como confirmó a Europa Press la Embajada de España en Grecia. Los detenidos fueron recogidos por la Guardia Costera y trasladados a las dependencias de la Autoridad Portuaria donde, ya por la tarde, se les ha comunicado formalmente esta acusación. El sábado comparecerán ante el juez.

Según ha informado a Europa Press uno de los fundadores de PROEM-AID, José Pastor, los tres voluntarios han sido "acusados de haber ido a aguas jurisdiccionales turcas para llevar personas hasta Lesbos, en un delito de tráfico ilegal de personas", aunque, afirman, "nunca" han cruzado esa línea.

"La Guardia Costera salió a buscarles y cuando les encontraron, les dijeron que estaban detenidos y les tenían que acompañar a puerto. No sé en qué punto (del agua) fue eso, pero garantizo que no fue en aguas turcas y que no entraron allí, ni siquiera por desconocimiento o por error", asegura Pastor.

Por un lado, explica que "las aguas de Turquía están a 21 kilómetros de distancia desde la costa de Lesbos, con 11 kilómetros de aguas griegas y a continuación, 10,5 kilómetros que son turcas" y su barca de rescate "no tiene alcance para llegar a ese rango de distancia".

Por otro, incide en que tampoco habría podido ser "ni por error ni por desconocimiento", porque, asegura, "el que iba de responsable de la barca de rescate es un suboficial al mando de un dispositivo provincial con 500 bomberos a su cargo". "Es una persona muy caval, un profesional solvente y responsable. No iba a estar en aguas turcas", ha destacado.

Además, incide en que los equipos de PROEM-AID, que llevan trabajando en la isla desde el 3 de diciembre, "nunca, jamás, han entrado en esas aguas y nunca lo harían" porque se plantean que "si Turquía es capaz de derribar un avión ruso" por invadir su espacio aéreo, "¿qué podría hacer con una barca con tres españoles en sus aguas?".

"Queremos hacer hincapié en el cómo nos imputan ese delito tan grave cuando lo que hemos hecho ha sido estar ayudando. Además de a nuestro equipo, hemos sabido que han detenido a otros dos voluntarios de otro equipo y a un periodista que estaban en la orilla. Esto es parte de algo más grande que desconocemos y somos uno más", destaca Pastor.

Según le ha informado el abogado que representa a los tres españoles, presentados ya los cargos la primera vista judicial tendrá lugar el sábado. El domingo, un nuevo equipo de PROEM-AID llegará a la isla de Lesbos. Se trata de seis personas que debían dar el relevo a los detenidos y a otros tres voluntarios más que llevan trabajando en la isla desde hace dos semanas. "Estamos desmoralizados", añade.

18.000 personas rescatas en un mes

PROEM-AID nació tras la difusión de la fotografía de la muerte del niño sirio Aylan Kurdi ahogado camino de Grecia. Está compuesta por doce personas, en su mayoría bomberos y patrones de embarcación y se dedica a rescatar a botes en problemas y a acompañar a otros en la recta final hasta la costa, para darles, en palabras de Pastor, "un mínimo de seguridad".

Empezaron su labor en Lesbos el 3 de diciembre de 2015 organizándose en dos equipos de seis personas que rotan cada quince días. En la isla trabajan en grupos de tres: mientras uno sale al mar en la barca de rescate que consiguieron llevar hasta Grecia, el otro proporciona soporte en tierra y ayuda a los refugiados rescatados a desembarcar.

"En el mes de diciembre, nuestra barca ha acompañado dando soporte de seguridad a botes en los que viajaban casi 15.000 personas. En los rescates directos que hemos hecho de botes que iban a la deriva, que se han quedado sin gasolina o que se han desorientado durante la noche, había casi 3.200 personas", destaca Pastor.

Incide en que lo que ve en Lesbos "es la migración de un pueblo entero, como si España tuviera que irse a Marruecos en barca". "Hay familias enteras, muchos niños, varios bebés en cada barca, barcas sobresaturadas con sesenta y setenta personas...", señala.

Por eso, aunque sólo tenían intención de quedarse "un mes porque no había recursos para más", recaudaron fondos para poder seguir trabajando en Lesbos también en enero. Se apoyan en donaciones particulares y en sus propios bolsillos y para desplazarse hasta allí, tiran de días de vacaciones y cambian guardias a sus compañeros.

"Estamos allí costándonos dinero por la situación, porque yo ya no pienso en lo que me falta o en lo que necesito sino en las caras de las personas que hemos ayudado allí y yo lo que ha visto allí son familias, niños, personas con estudios universitarios, ancianos. Familias enteras", ha declarado.