Cinco hombres y cuatro mujeres han sido seleccionados hoy para conformar el jurado que emitirá el veredicto por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco (PP), abatida a tiros el 12 de mayo de 2014 por una presunta venganza personal.

La Audiencia de León ha acogido la selección del jurado, constituido a primera hora de la tarde con los nueve titulares y dos reservas (un hombre y una mujer), todos ellos con edades comprendidas entre los 34 y los 65 años, y procedentes de la provincia de León.

Una vez constituido el jurado, el juicio comenzará mañana con la declaración de las tres acusadas de la muerte de Isabel Carrasco, para cada una de las cuales la Fiscalía solicita una pena de 23 años de prisión, y que en esta fase durará hasta el miércoles.

En el banquillo de los acusados se sentarán Montserrat González, de 60 años, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco; su hija, Triana Martínez, de 36; y la agente de la Policía Local de León Raquel Gago, de 42.

Una vez constituido el jurado, el presidente del tribunal, Carlos Javier Álvarez, ha dado la bienvenida a sus miembros y les ha transmitidos un mensaje de "tranquilidad".

"Sin duda, tendrán en este momento una sensación de miedo y de vértigo al verse en una situación que les es, en una gran parte, desconocida, y ello no solo por la misión en sí para la que han sido convocados y finalmente elegidos, sino también, seguramente, por la enorme expectación social e importancia periodística que ha tenido y está teniendo el caso que van a juzgar", ha señalado.

Carrasco, que tenía 59 años cuando falleció y era también la presidenta del PP en León, murió a las 17.15 horas del 12 de mayo de 2014 tras recibir tres disparos cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga para dirigirse a la sede del PP, en el paseo de Salamanca.

La Policía detuvo veinte minutos después a Montserrat González y a su hija Triana Martínez como supuestas autoras de su muerte gracias a la colaboración de un agente de policía jubilado que presenció la agresión y siguió a la primera.

Cuarenta y ocho horas después, Raquel Gago entregó en la Comisaría de León el arma homicida y explicó que la había encontrado en su coche sin saber cómo había llegado hasta allí.

Inicialmente, quedó en libertad, pero el 16 de mayo la titular del juzgado número 4 de León, Sonia González, que ha instruido las diligencias del caso, ordenó su ingreso en presión tras tomarle declaración.

Montserrat González confesó ante la Policía ser la autora de los disparos y explicó que había actuado movida por el odio, ya que responsabilizaba a Isabel Carrasco del despido de su hija de la Diputación de León y de cercenar su carrera política en el PP.

En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía solicita para cada una de las tres acusadas penas que suman veintitrés años: veinte por un delito de asesinato en concurso ideal con otro de atentado a la autoridad, y tres más por tenencia ilícita de armas.

Además, reclama que las acusadas indemnicen, conjunta y solidariamente y por iguales cuotas, con 75.000 euros, a Loreto Rodríguez Carrasco y a Jesús Luis López-Brea, hija y pareja, respectivamente, de la víctima.

La Fiscalía presentará los hechos como "un asesinato que a punto estuvo de convertirse en un crimen perfecto", ya que sostiene que sin la actuación heroica del policía jubilado que presenció la agresión y propició la detención de las acusadas hubiera sido prácticamente imposible vincularlas con el crimen, máxime cuando Montserrat y Triana eran esposa e hija del comisario de la Policía Nacional de Astorga (León).

El juicio, que ha levantado una enorme expectación en León y será seguido por 130 periodistas de más cuarenta medios de información, comenzará mañana con la declaración de Montserrat González, mientras que las otras dos acusadas lo harán al día siguiente.

El 21 de enero abrirá el turno de declaraciones de los testigos el policía jubilado que fue clave en el esclarecimiento del caso al seguir a Montserrat González, tras ver como abatía a tiros a Isabel Carrasco y facilitar su detención apenas veinte minutos después de ser cometido el crimen