Una joven que resultó herida en la tragedia del Madrid Arena ha contado en el juicio las últimas palabras de Katia Esteban, una de las cinco fallecidas en la avalancha mortal: "No puedo más, dile a mi padre que le quiero".

Amor López ha sido la segunda testigo en comparecer hoy en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid y, al igual que la anterior, también era menor en el momento de los hechos. Tenía 17 años.

Cuando estaba encajada en el tapón humano que se formó en el vomitorio mortal, la joven tuvo a su lado a Katia Esteban, a la cual no conocía pero si escuchó lo que la dijo, ha explicado.

"No puedo más, dile a mi padre que le quiero", ha señalado. Entonces, ha añadido, "dejo de hablar y dejó de respirar".

La testigo ha apuntado que no la conocía pero que más tarde se enteró de que aquella joven era Katia Esteban, una de las cinco fallecidas en la tragedia.

"Me pisaron todas las partes del cuerpo"

Otro de los jóvenes atrapados en el tapón humano de la macrofiesta del Madrid Arena, Miguel Hernández, ha afirmado que una vez se cayó entre la multitud que dio forma a la avalancha, la gente que tenía encima le pisó "todas las partes del cuerpo".

También ha indicado que "no tuvo que acceder por ningún control", y que solo tuvo que salvar una fila para poder entrar al recinto.

Una vez dentro del pabellón se dirigió a la pista central. Vio los "tres o cuatro primeros minutos" de la actuación del dj estrella de la noche, Steve Aoki y salió de la pista por el agobio junto a "unos cuantos amigos". Se quedaron atrapados a la mitad del mismo. Una vez que logró liberarse de la avalancha, él ayudó a salir a otras personas atrapadas.

La quinta testigo en declarar durante la jornada de este miércoles, Sandra Fuentetaja, ha afirmado que acudió al recinto municipal sobre las 00.30 de la noche con un grupo de amigos "bastante grande". Todos ellos llevaban entrada.

"La pista estaba a rebosar, no entraba un alfiler", ha afirmado. Una vez se quedó atrapada por la avalancha, ha indicado que se le salió una rótula y tras colocarla como pudo, logró salir de allí.