Como ocurrió en la primera votación del miércoles, este viernes el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha vuelto a fracasar en su intento de investidura. De esta forma, el líder socialista se convierte en el primer aspirante a La Moncloa que no consigue la confianza del Congreso para conformar gobierno, lo que abre un nuevo escenario político des dos meses inédito hasta ahora. En el debate de este viernes, se han sucedido los guiños y las apelaciones al diálogo para evitar que los españoles tengan que votar de nuevo el 26 de junio.

En esta segunda votación de investidura, Sánchez ya no necesitaba mayoría absoluta, sino lograr más votos a favor que en contra, pero el resultado ha sido prácticamente idéntico al de 48 horas atrás con la única novedad de que la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, le ha dado su respaldo mientras que el pasado miércoles se abstuvo.

Así, el candidato ha logrado 131 síes (los de los diputados del PSOE, de C's y de CC), mientras que los otros 219 le han negado su apoyo, por lo que empieza a correr el plazo de dos meses durante el que se sucederán nuevos intentos de llegar a un acuerdo que cuente con los apoyos suficientes o, de lo contrario, se convocarán elecciones.

Pedro Sánchez ha sido el tercer aspirante a La Moncloa que ha tenido que someter su candidatura a una segunda vuelta (después de Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008), pero con el resultado de este viernes se ha convertido en el primer candidato que no consigue superar este trámite ni en primera ni en segunda vuelta.

Ante esta nueva etapa se han sucedido las alocuciones en las que se ha abogado por el diálogo pero mezcladas con duras acusaciones que han sido continuación de las ya escuchadas en el debate del miércoles.

Sánchez, en su intervención en el debate previo a la votación, ya era consciente de lo que iba a ocurrir, pero ha lanzado una última llamada a Podemos: "No esperemos más, voten sí al cambio", les ha pedido tras defender que su proyecto de gobierno "del bien común" es la "única alternativa a la España de la injusticia y la desigualdad".

Rajoy, por su parte, ha contestado a Sánchez que nada de lo que ha ofrecido es lo que España se merece y necesita. "Su fiesta ha llegado al final: usted ha perdido las elecciones, ha perdido esta investidura, nos ha hecho perder a todos el tiempo, ha generado falsas expectativas y las ha defraudado. Ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia", ha señalado el presidente.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha intentado reconstruir puentes con el PSOE y, pese a su rechazo a apoyar ahora a Sánchez, le ha emplazado a una nueva negociación desde esta misma noche en busca de lo que ha llamado "el acuerdo del beso", evocando así el que se dio el miércoles en medio del hemiciclo con el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha arremetido especialmente contra Rajoy, al que ha pedido que se abstuviera y al que ha acusado de haber intentado poner en jaque el papel constitucional del Rey, así como al Congreso y a la propia democracia, aunque "no lo ha conseguido".

El portavoz de Democracia i Llibertat, Francesc Homs, ha ofrecido el apoyo de su grupo a un gobierno de España "como contrapartida de un referéndum en Cataluña", y el de ERC, Gabriel Rufián, ha advertido a Sánchez de una compañía como la de Rivera, al que ha comparado con el dirigente estadounidense republicano Donald Trump. Aitor Esteban (PNV) ha ofrecido diálogo a Sánchez en la nueva etapa que se abre.

Han reiterado sus argumentos los representantes del grupo mixto, como el de IU-UP, Alberto Garzón, quien le ha emplazado a reunirse a partir del lunes con la premisa de que "no somos enemigos, somos posibles aliados". La única excepción ha sido Ana Oramas, al dar su apoyo a la investidura de Sánchez como "primer paso hacia el consenso".

Información al Rey

Tras este nuevo fracaso, la Constitución establece que se podrán tramitar sucesivas propuestas de aspirantes a presidente hasta que transcurran dos meses desde la primera votación, la de este miércoles.

Pero si en los dos meses siguientes -como muy tarde el 2 de mayo- ningún candidato logra el aval de la Cámara Baja, el presidente del Congreso someterá a la firma del Rey el decreto de disolución de ambas Cámaras, convocará nuevas elecciones y lo comunicará al presidente del Senado. Según estos plazos, los nuevos comicios tendrían lugar el domingo 26 de junio.

El presidente del Congreso, Patxi López, ha informado por teléfono al Rey del resultado de la segunda votación del debate de investidura y este lunes a las 13:00h será recibido por el monarca, que deberá decidir si llama a una nueva ronda de reuniones a los candidatos o si les ofrece más tiempo para que los distintos partidos sigan negociando.

Ante la incertidumbre que se abre tras la investidura fallida de Sánchez, el presidente de la Cámara baja ha apuntado: "Algo habrá que hacer".

A partir de ahora, se abre un período en el que el Rey actuará conforme a lo establecido en el artículo 99 de la Constitución, una situación inédita en la democracia española porque nunca antes había fracasado la investidura de un candidato a presidente en la segunda votación.

Le corresponde a don Felipe proponer, en su caso, a un nuevo candidato, que debería ser elegido por el Congreso siguiendo el mismo procedimiento que ha culminado hoy, eso sí, antes de que pasen dos meses de la primera votación, esto es, el próximo 2 de mayo. En caso contrario, se convocarán nuevas elecciones, siempre de acuerdo con lo establecido en el artículo 99 de la Carta Magna.